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viernes, 4 de octubre de 2013

Fresas

En junio, durante unas tres o cuatro semanas, mi fresal me proporcionó unos platos abundandes de fresas casi todos los días. Y como suele hacerlo, ahora al final del verano me ha dado una segunda cosecha - mucho más pequeña, pero también apreciada. Ayer, antes de las lluvias, tuve tiempo de coger un buen plato.

Y si no fuera porque después de quitar casi cuatro quintas partes de las plantas en primavera me olvidé un poco de ellas, la cosecha habría sido mayor. Porque en seguida empiezan a multiplicarse echando estolones, y de nuevo el fresal se ha convertido en una miniselva. 

Las fresas son especies de bosque, de climas templados (donde tienen aún mejor sabor), que toleran la sombra y los suelos ácidos. Prefieren los suelos ligeros, ricos en humus (materia orgánica) y potasio (que se encuentra en el estiercol y también en las cenizas de madera). Conviene utilizar el acolchado, es decir cubrir el suelo entre las plantas con paja, corteza, serrín, etc. Así se suprime la hierba, se beneficia a los microorganismos en el suelo, se ahorra agua y se evita que las fresas se pudran al tocar la tierra.

Ya hace unos meses, al hablar con un vecino que había vivido al lado de unas plantaciones industriales de fresas, viendo la cantidad ingente de productos químicos que se utilizaba, pensé que me limitaría a comer fresas sólo de temporada, de mi propia huerta. Y el otro día me confirmé en esa decisión al leer una pequeña noticia en el último número de la revista "La Fertilidad de la Tierra". Allí contaban que un estudio que el ONG ecologista internacional "Générations Futures" presentó en julio este año mostró que practicamente todas las fresas convencionales (no cultivadas de forma orgánica) presentaban restos de pesticidas, algunos muy peligrosos y prohibidas hace años. Se habían analizado 49 muestras de fresas procedentes de España y de Francia, compradas en siete supermercados distintos. Más de 90 % contenían restos de al menos una pesticida, y casi 80 % contenían moléculas de disruptores endocrinos (substancias químicas que pueden alterar el equilibrio hormonal).

En España, la Fundación Vivo Sano ha denunciado la presencia en fresas españolas de al menos tres pesticidas prohibidas. Si alguien quiere saber más de los disruptores endocrinos, pongo aquí el enlace de una página de esta Fundación.


(Lena)


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