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viernes, 20 de julio de 2012

Masivo “SÍ” al Estado de Bienestar

          Por primera vez en mucho tiempo, la población abulense se movió de verdad. Algunas fuentes cifran la asistencia en cinco mil asistentes, y otras en diez mil, pero la sensación de este informador es que ayer hubo una respuesta masiva en la calle.

Seguía saliendo gente del arco del Grande, cuando la cabecera se situaba en la calle dos de mayo.
Algunos conocidos me comentaron que teniendo en cuenta que estamos en Ávila, donde la sociedad no suele ser muy afecta a las movilizaciones, la concurrencia a este acto los había sorprendido muy gratamente.

Se vieron banderas y camisetas de distintos sectores; como las de los sindicatos mayoritarios –UGT, CC.OO-, pero también del CSI-F, las ya clásicas camisetas verdes de la Educación, banderas republicanas, las de la gente de Equo, etc., etc., etc.

Pero lo que más me sorprendió, fue ver a muchos ciudadanos de los que habitualmente no suelen concurrir a este tipo de manifestaciones.

Algunos se mostraban entre sorprendidos y entusiastas, como el que vive una experiencia nueva y siente una gran curiosidad por todo lo que pasa a su alrededor. Cuando la gente que no suele salir, lo hace masivamente, quiere decir que el descontento tiene un profundo calado.

La marcha fue discurriendo con normalidad, y se entonaron diversos cánticos reivindicativos como “Donde están, no se ven, los empleos del PP” o “Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra”.

Al llegar a la Subdelegación de Gobierno, los distintos representantes sindicales, vocearon unos discursos que muchos no pudimos escuchar con claridad, pero que repetían las conocidas críticas y reivindicaciones que se vienen manifestando durante estos tiempos de crisis.

Sobre esto último quiero hacer un comentario en el apartado de opinión.

Finalmente, la concurrencia se fue dispersando con un ritmo moroso y distendido.




Opinión


¡Ojo Compañero!

Durante la crónica me he referido a la asistencia de mucha gente que no es habitual en este tipo de actos. Esta es la gente a la que los sindicatos deberían acercarse con sus discursos, y lograr una complicidad que en este momento no existe.

No lo vamos a lograr si “gritamos” nuestros discursos como para un público de otro tiempo- más compacto e ideologizado-,sin los “contenidos” de esos tiempos- ya me gustaría-, y repitiendo nuestras reivindicaciones de manera facilona y desarticulada.

No estoy cuestionando el fondo, sino la forma de los discursos.

Como estoy de acuerdo con lo nodal, concurriría a las movilizaciones, aunque diese el discurso el” burro de Don Use”*, que pasa todos los días frente a mi huerta.

Conozco mucha gente en los sindicato, que es capaz de articular un discurso de manera simple y didáctica. Gente que sería escuchada, y no oída  como una nota más de la fanfarria. Nadie los “escuchaba”, todos estaban en otra cosa.

Quizás el problema esté en que tienen que hablar todos -hubo tres discursos monocordes-, y todos pretenden vocear sus palabras como si fuesen golpes efectistas, y terminan siendo manotazos dados en el vacío.

Hay que prepararse los discursos, y no gritar lo más fácil y obvio que se me pasa por la cabeza ; para ello nos leemos un par de panfletos y santas pascuas.

Decía que no estoy en desacuerdo con el fondo, y olvidaba un detalle que me sorprendió y con el que tengo un total desacuerdo.

En un momento, y con la tosca intención de agradar a la parroquia, un representante sindical se refirió de forma despectiva a los políticos.

¡Cuidado!, esas generalizaciones, esas burdas simplificaciones pueden tener un efecto bumerang que me extraña que el exaltado dirigente sindical no haya atendido. ¡Ojo, compañero!, usted está entrando en el mismo discurso único del que es muy afín, por ejemplo, la demagógica y efectista de Esperanza Aguirre. Ese discurso es él que se intenta “inocular” como una droga lenta pero pertinaz, desde los medios más afines al desmantelamiento del Estado de Bienestar, y al mercado salvaje. Ojo con generar un “estado de malestar” sin matizaciones y con una zalamería torticera. Sin política y políticos, no hay estado, y dejamos a la gente al pie de las fieras.

Conozco muchos concejales que no cobran y tienen un gran compromiso con sus vecinos -algunos de mi pueblo-, y estoy seguro que en la “gran” política también los hay probos y trabajadores.

El problema es el funcionamiento del sistema de partidos, como se ha enquistado la “partidocracia” en nuestra sociedad, pero también podemos hablar de cierta fosilización en el funcionamiento interno de los sindicatos.

¡Ojo!, compañero, no nos equivoquemos de objetivo, y hagamos discursos más pausados, didácticos, y cercanos a los problemas específicos del lugar, demos más información compañero, no caigamos en las simplificaciones a las que son tan afectos los del discurso único ,!Ojo!, compañero, si queremos que se nos escuche debemos reaccionar, estamos a tiempo, de lo contario nuestro discurso se perderá en medio del bullicio de la multitud.



Gonzalo Quiroga.

* Debe ser un burro muy espabilado el de "Don Use", por que este le da mucha más conversación  que a los humanos. Hace bien. 

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