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domingo, 4 de septiembre de 2016

El chocolate del loro.



Me he demorado en escribir este artículo, para aislarlo del cotilleo prejuicioso e hipócrita al que algunos reducen todo lo que cuestiona su pusilánime forma de "estar" en este mundo, y para charlar sosegadamente con alguna gente que fue testigo de algunos de los hechos acecidos el fin de semana pasado.


Lo anecdótico, o "el chocolate del loro", es que una pandilla de adolescentes de trece o catorce años averiaron la cristalera de la piscina climatizada, entraron a robar mercadería-alcohol- en la despensa o almacén de un bar, y la volvieron a "liar" en la terraza de un bar de la plaza-!y ya van¡-, de donde se llevaron una mesa.

Durante todo el verano estas pandillas se adueñaron de las noches y las madrugadas del pueblo- hasta las 09:00 am, y hasta luego de las fiestas,  el pueblo será suyo¡¡¡-, y la única particularidad, es que en esta ocasión, algunos quisieron despedirse del mes de agosto de una forma algo más "espectacular"; pero ahora, que nadie "se agarre de la cabeza ni se tire de los pelos", son unas gamberradas más dentro de las cientos de gamberradas que hemos sufrido durante todo el verano, y que seguiremos sufriendo si seguimos haciendo las cosas de la misma forma que las venimos haciendo hasta ahora, y si seguimos prohijando a los mismos que se benefician del ocio y turismo de desmadre, así que menos caras escandalizadas y más compromiso con el futuro de muchos chavales que ahora tienen once o doce años y que por el motivo que fuere, el año que viene pueden caer fácilmente en el consumo de alcohol sin medida, y con muchos vecinos que sufren las "externalidades" del negocio de unos listillos desaprensivos, en definitiva, más compromiso con nuestro pueblo y menos "chachara vacía"*.

Estos chavales no son "malos" de forma inmanente, no son como las setas venenosas que están predestinadas a serlo, ni se comportarían de la misma forma en "otro contexto"-por lo menos la mayoría de ellos-, como afirman quiénes "solo" pretenden criminalizarlos, y reducir todo lo acaecido al comportamiento de unos gamberrillos alocados.

Lo pusilánimes del perpetuo cotilleo a lo "Sálvame Deluxe", solo buscarán enterarse de "los detalles" más escandalosos-...y solo se interesarán por cuantos eran de aquí, cuantos de fuera, si sus padres o madres...pero eso teniendo su relevancia, no es lo esencial¡¡¡-, y pondrán su mejor cara de "pacata reprobación", pero NUNCA se interesarán por conocer el contexto que FACILITA Y PROMUEVE estas conductas, ni les preocupará que cada día nos hagamos más merecedores del calificativo del "pueblo sin ley"; no vaya a ser que algo los haga salir de su "estado de confort", no vaya a ser que alguno del "clan" les evite el saludo.

Como se imaginarán no siento una "simpatía desbordante" por estos chavales, e incluso sospecho que algunos de ellos me "homenajean" con sentidos poemas matinales, pero como vengo sosteniendo desde hace tiempo, creo son la manifestación de un problema mucho mayor, que tiene que ver con los límites, incentivos y mensajes que les enviamos los adultos, y en el caso de Navaluenga, muy particularmente-aunque no solo*-, desde las políticas del Ayuntamiento.

También creo que deben sentir cierta reprobación social, porque han rebasado muchos límites y muestran un oceánico desprecio e indiferencia hacia su prójimo-vecinos-, y la comunidad, o lo que queda de ella, debe "dar un paso al frente" y hacerles sentir que no pueden vivir al margen de la misma; a muchos de ellos los conocemos, y ellos lo saben, pero ni siquiera esto parece importarles.

Me dicen que Armando se mostró activo e interesado por lo sucedido, y me congratulo por ello, pero como el sabe muy bien, los incendios se apagan en invierno, y el alcalde no debe ser un bombero desbordado al que no le alcanzan las manos para apagar tantos fuegos, sino que debe ser "un jefe de operaciones" que previene y corrige alguna de las causas que los motivan.

Hasta ahora Armando no ha querido ejercer esta última función, pero nuestra obligación como grupo con representación en el consistorio , y por más escépticos que seamos con respecto a su actitud, es la de tenderle la mano para que pueda ejercerla, de el dependerá elegir entre nuestra mano tendida o la de los listillos de siempre, entre el deber y la conciencia, o el mezquino interés.

Hay que romper algunos platos Armando¡¡¡, y tienes la ventaja de poder hacerlo con el apoyo "de todos" los partidos con representación en el consistorio, otros ya hemos puesto la cara y te hemos allanado el camino, ahora te toca elegir entre el futuro de algunos chavales y la dignidad de muchos de tus vecinos, o los mezquinos intereses de los listillos de siempre.

(Continuaré cuando pueda, y cuando acabe este y con otro de la serie que vengo escribiendo, espero poder dedicarme a otros temas que suscitan menos interés, pero que me reconfortan mucho más, como un artículo que ya tengo "medio escrito", sobre un libro de Paco Gómez-Los Modlin-, el hijo de nuestros compañeros de Vecinos, Paco y María, porque  esto ya me aburre y me emponzoña un poco el alma)

Gonzalo Quiroga Arzeno (VECINOS).



*Ya toca hablar también de la actitud de algunos padres, y el fin de semana tuvimos dos ejemplos contrapuestos que expondré en el próximo artículo.

* Que no me vengan con "mamandurrias", saben perfectamente donde les venden alcohol a sus hijos, y no hablo del que compran unos mayores para luego dárselos- a veces recibiendo una propina de por medio-, sino del, y/o, los establecimientos nocturnos-y si no se lo preguntan a cualquier chaval-,  donde se los venden, y donde también los dejan entrar con botellon, basta de hipocresía¡¡¡.

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