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viernes, 26 de agosto de 2016

Cruzaron "mí" límite (2).


Hace dos semanas, entre la bandita de "teenagers" que molestaron y acosaron a mis vecinos, había uno de doce años.

Me entero de estas cosas porque algunos vecinos conocen a estos chavales, y da igual si residen en Navaluenga o en Madrid, porque saben quiénes son sus padres, o sus abuelos.

Que un chaval de doce años ande "gamberreando" a las siete u ocho de la mañana, es una anécdota poco habitual, pero ver a chavales de catorce y quince años pasados de alcohol a esa hora, se ha vuelto algo más habitual.

Lo primera pregunta que nos hacemos se refiere a la educación y la protección que le dan sus padres a estos chavales, en el ejercicio del deber que tienen que cumplir, justamente, en su rol de "padres".

Cuando escribí el artículo sobre estos "teenagers" que se pasaron un largo rato insultando a un fantasma-me dedicaron hermosos sonetos "hagiográficos", pero no pude disfrutarlos porque había viajado a Extremadura-, me referí al parecido de su peinado con el de James Dean, pero la comparación no se me ocurrió por una cuestión meramente estética y tangencial.

En "Rebelde sin causa", el personaje de James Dean, formaba parte de una pandilla cuya violencia se nutría del rechazo que sentían hacia una familia y una sociedad cuyas reglas los constreñían y los asfixiaban.

Estamos hablando de la década del cincuenta en un país como Estados Unidos, con un puritanismo muy fuerte, sobre todo en las zonas rurales y en pueblos y ciudades pequeñas, que no se correspondía con la explosión cultural que se estaba produciendo-Elvis, el rock and roll, etc- ni con las aspiraciones de las nuevas generaciones.

El título de la película quizás sería más apropiado para las actuales banditas de chavales, porque las del cincuenta "sí" tenían una causa contra la que se rebelaban de una forma más, o menos afortunada, y era la de una sociedad que percibían como pacata y cínica, pero nuestros gamberrillos de ahora, ¿contra qué se rebelan?.

Podríamos decir que su experiencia es exactamente la opuesta a la de los colegas de James Dean, porque viven en una sociedad con unas normas muy laxas, y sus familias no parece que les dicten muchas reglas.

Actúan con un egocentrismo, una falta de empatía con su prójimo-vecinos- y una falta de pertenencia a una comunidad, que no tiene límites; alguien podría decir que estos gamberrillos forman parte de la primera generación que tiene menos oportunidades que sus padres de prosperar en el ámbito económico y social, etc, etc, etc, pero en estos casos, no creo que sean muy conscientes de esto, ni mucho menos que actúen motivados por la frustración que esta situación les produce.

Por este motivo quiero dejarles algo que escribió el juez Calatayud, que es alguien sobre quién no conozco mucho, pero con cuyo artículo coincido bastante:http://www.elmundo.es/cultura/2016/08/22/57b72da246163fc8448b4658.html

Creo que en nuestro pueblo, o en nuestra "comunidad", es importante que alguien con la suficiente ascendencia o autoridad, ejerza una labor de mediación con los padres.

Cuando tuve el juicio con Armando, el intentó argumentar que solo vino a charlar conmigo, porque en el pueblo todos nos conocemos y es la manera de arreglar las cosas.

No dijo la verdad, pero eso ahora no importa y tampoco quiero ironizar con esto, pero me gustaría que sus palabras pudiesen sustanciarse en acciones reales en lo que respecta a estos chavales.

"Mira Paco, que el sábado pasado han visto a tu chaval líandola bien gorda, y tu sabes que estamos empeñados en hacer cumplir la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, y que dejen vivir en paz a algunos vecinos que lo pasan realmente mal; te agradecería que hables con el chaval, porque si esto se repite seguramente la guardia civil, a instancia de los vecinos o nuestra...."

Creo que antes en los pueblos las cosas se resolvían de esa forma, y me parece que es una vía muy cercana, "empática" y humana de hacerlo.

Se trata de construir puentes, de tejer comunidad.

Por eso seguiré insitiendo con el padre Juan Carlos, el tiene ascendencia sobre un grupo de gente en este pueblo, y no hay muchos referentes más con los que contar.

En fin, luego continuaré en otro artículo, describiendo lo acaecido el sábado a la mañana, respondiendo a un comentario, y manifestando cual es mi opinión sobre el comportamiento que tendrá el alcalde en esta cuestión.

Ah¡¡¡, me olvidaba, los de las fotos*, son dos de los tres que justo salieron del plano- el que grita se esconde tras las esquina, frente a un lateral de lo de Mili, y luego reaparece-, cuando uno de ellos profirió una frase que sería denostada por cualquier religión, cultura o etnia.

Estos no son, justamente unos "teenagers", estos son unas pobres criaturas ya maduritas, que ya se pueden "apurar" para encarrilar sus desencarrilados criterios morales, y sobre estos ya he informado en los sitios pertinentes.

No me gusta ver mi vida mezclada con este tipo de gente, me hacen perder mucho tiempo y ensucian en algo mi vida,  pero como ustedes saben, en este blog no nos gustan las amenazas ni los "aprietes", así que continuaré con este tema sin prisa, sin pausa, y con "causa".


Gonzalo Quiroga Arzeno (VECINOS).


*Las fotos están difuminadas de forma deliberada.





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