Rubén Kneeteman (Kika), un gran tipo, que sabe mucho de la gestión de residuos.

Cuando trabajaba en la Secretaría de Ambiente, me afanaba por ayudar a los pequeños y medianos ayuntamientos que "realmente" buscasen gestionar bien los residuos.

 Al conocer a Kika me encontré con una persona comprometida, honesta y con un entusiasmo desbordante, que hacía "todo" y mucho más, sin pedir nada y con "casi nada".

Era tal su compromiso que, para demostrar que la buena gestión de los residuos no debe provocar malos olores, ni la aparición de insectos y roedores, vivía junto a "Fili" y sus cuatro hijos en una casa aledaña a la planta de residuos y "compostaje".

Mi amigo es maestro de escuela en un pueblo del entorno rural-Larroque, Entre Ríos- y una persona muy comprometida con su pueblo; gracias a él soy miembro del Grupo de Reflexión Rural de Argentina, y también pude admirar la labor valiente y rigurosa de su grupo pueblerino-Mingaché-.

Su grupo está formado por maestros, comerciantes y vecinos del pueblo, que trabajan por el pueblo con un desprendimiento encomiable, y le aportan muchas cosas a sus vecinos; para mí son un ejemplo a seguir.

Cuando Kika había logrado concienciar a la gente de la importancia de la separación de residuos, y había logrado montar una "ejemplar" Planta de Reciclaje de Residuos, tuvo la mala suerte de que ganó las elecciones un arribista prepotente y mediocre llamado Riganti, así que con el tiempo tuvo que renunciar, porque le ponía todo tipo de impedimentos; muchas veces bromeamos con que estamos condenados a toparnos con estos personajes, porque la actitud de su alcalde es similar a la del nuestro.

En fin, le pedía a Kika que me envié un relato sobre su experiencia con la gestión de los residuos, y mientras espero que me lo envíe, les dejo este comentario sobre la importancia de concienciar a los vecinos de la separación en origen-casa- de los residuos.


"Hola Loco. Le estoy dictando a la Fili. Cuando tengas skipe o puedas llamáme. Leí el artículo que me pediste. Están perfectos tus argumentos. El título de empezar por el techo es una buena figura. Igual la mirada debe ser compleja. No hay una receta. Hay que construirla y esto depende de cada lugar. Pero sin concientización no hay cambio de conducta. Empezar por los contenedores es una reverenda pelotudez. Hay Rigantis también en España. Te compadezco. Me compadezco. Hermano, mis ganas de verte. Abrazos. No sé bien qué es lo que necesitas si una opinión coloquial o algo más serio pero más argumentos que los tuyos no necesitan"