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sábado, 27 de septiembre de 2014

Invasiones bárbaras (...o nos visita una panda de gilipollas)


Pensé que ya se habían acabado, por hoy hemos vuelto a recibir a un par de pandillas de adultos idiotizados e infantiles*.

La paradoja es que en su afán de ser "graciosos", "originales" y de "divertirse", demuestran su falta de gracia, su estulticia, su comportamiento monótono, y su absoluta falta de originalidad.

Un grupo es "todos los grupos", así son de monótonos, "funcionariales" y homogéneos, uniformes y "uniformados".

Parecen hechos en serie.

Todos se visten con la mismo tipo de  camiseta- otra vez, "una camiseta, son todas las camisetas"-, que lleva inscrita una frase "graciosa", y a veces la foto del "homenajeado"; obviamente, el problema no es la camiseta en sí, eso nos da igual, si no lo que anuncia: la monótona repetición del mismo "ruido".

Repiten un modelo de esparcimiento foráneo-anglosajón-, y buscan presentarse como un "equipo".

La única diferencia con los países de donde importan esta moda idiota, es que en aquellos no podrían ocupar un pueblo y comportarse como unos imbéciles, allí tienen recintos para realizar estos festejos, y  nunca se escapan del "corral".

Es curioso, porque cuando los veo por la mañana, antes de que se harten de tomar alcohol y comiencen a gritar y a entonar siempre los mismos cánticos-"...como no te voy a querer, como no te..."-, aparte de su apariencia singular, aparentan tener una actitud algo timorata, como si fuesen una pieza que todavía no encaja bien, y no parecen estar muy divertidos.

Un tipo disfrazado de mujer, por la mañana, en la calle  La Iglesia , en un pueblo que ya a visto a cientos y lo mira con indiferencia, quizás se sienta un poco fuera de sitio; por otra parte, el y sus amigos son conscientes de que a muchos de los vecinos, le "joderán" bastante el día.

Pero como el "manual de instrucciones" indica que deben hacerlo, cumplen con este requisito.

Supongo que en su vida habitual, serán gente normal, y que cuando salen a tomar algo con los amigos, no gritarán como bellacos, no romperán macetas, y dejarán dormir a la gente.

Son las 16:36 hs, y todavía continúo escuchando los cánticos futboleros de esta gente.

En este mundo, parece que si "no nos ven", lo que hacemos pierde valor, y estos tipos no parecen poder divertirse sin dar el espectáculo a unos "espectadores forzados", que no tienen ningún interés en lo que hacen.


La cultura del ocio mediterránea, no tiene nada que ver con esta "diversión planificada", becerril  y homogénea- la misma rutina, remera, cánticos, etc-, si no que es espontánea, variopinta, con más diálogo, y con distintas intensidades y tonalidades; esa es otra característica, estos tipos "explotan" y ya no bajan la intensidad.

No existe el azar, ni la sorpresa, y pareciera que  podemos anticiparnos al desarrollo de esta actividad programada, con horario, exhibicionista, repetitiva y compulsiva.

Algunos políticos se frotan las manos cuando ven este comportamiento organizado, becerril y embotado- "...que se descarguen, que se descarguen...que gasten su energía con estas cosas, no vaya a ser que se pongan revoltosos con otros asuntos..."-, que es muy funcional a su política de aborregamiento social.

Cuando comemos entre amigos- o vamos de tapa-puede que alguno se emborrache o quede un poco chispa, que otro beba menos, etc, pero mientras charlamos, y "degustamos" el vino, quizás alguno  sube la voz, en otro momento estamos  más callados, luego podemos ir a bailar,  y como ven, la reunión tiene distintas intensidades y tonalidades; esto es muy característico de nuestra cultura mediterránea, y no tiene nada que ver con que todos se emborrachen compulsivamente por "decreto", casi con "horario", y con el requisito "indispensable" de que te vean.



Supongo que no todas las despedidas serán iguales, y que mucha gente se siente un poco obligada a participar, por ello de las dinámicas grupales, etc, pero a muchos nos tienen hartos.

En fin, son las 16:53, y los idiotizados siguen metiendo "ruido"-ruido bobo, ruido infantil, ruido repetitivo, ruido soberbio, que desprecia e "ignora" al otro,¡¡¡ ruido, ruido, ruido!!!-, y pareciera que los vecinos ya están resignados a que le hayan cambiado el pueblo, y sus siestas, noches, o simples momentos de sosiego pueblerino, se hayan acabado para siempre.

La idiotez repetida e invasora.

Mientras pasan estas cosas, , nuestros lumbreras del Ayuntamiento no parecen querer actuar, ya se sabe, tienen muchos amigos metidos en el negocio "de jodernos la vida a todos"*.


Gonzalo Quiroga Arzeno.


*No son chavales, son adultos- alrededor de la treintena-, ni son una peña del pueblo que en las fiestas es tradicional que festejen de otra forma, con las despedidas el tiempo especial  del "carnaval o la fiesta", que es un tiempo diferente al del resto del año, se vuelve la norma, lo habitual.


* No hace falta que insista en que dejan poco dinero , y no son compatibles con otro tipo de turismo que se integra mucho mejor en el pueblo.


-Si te interesa el tema, este artículo resume bastante nuestra mirada del tema:http://plazanavaluenga.blogspot.com.es/2014/06/venga-rompa-grite-navaluenga-invita-y.html

2 comentarios:

  1. Gonzalol lo has clavado.

    A mí a veces me dan incluso "pena"

    Creo que algunos se sienten "obligados" a hacer el ridículo con más pena que gloria.

    Lo que no entiendo es que con la cantidad de actividades que se pueden hacer en grupo, sea emborracharse en pueblo ajeno y dar voces la deseada.

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  2. Claro, pero aún queriendo "desmadrar", que lo hagan en un sitio donde no involucren al resto del pueblo.

    Esa forma de esparcimiento, habla mucho de nosotros como sociedad, de la debilidad de nuestro entramado, porque casi nadie reacciona, y por lo tanto la condena social es muy débil, y ellos nos ignoran sin más.

    Saludos.

    Gonzalo.

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