El otro día hablaba con una persona que dice leer
bastante la prensa (El País, ABC, El Mundo...), y por curiosidad le pregunté si
sabía que era el TTIP (por sus siglas en inglés: Transatlantic Trade and
Investment Partnership), o el Acuerdo Transatlántico de libre comercio.
No lo conocía.
Paul Klee: "Senecio" (1922) |
Algún día después continué mi
pequeña encuesta, y pregunté a otras dos personas.
Tampoco lo conocían.
Y este acuerdo, sin embargo,
puede tener muy grandes –y negativas- consecuencias para nuestra salud, el
medio ambiente, y para nuestro ya muy maltrecha democracia.
Ultimamente, en las revistas y
periódicos que leo –independientes y por eso más fiables- aparece casi
cada semana o mes algún artículo con información muy inquietante.
Suelo escuchar las noticias en la
Ser casi todos los días. Allí no he oído nada al respecto.
Este acuerdo, o tratado, se está
negociando actualmente entre la Comisión Europea y EE.UU. Parece haber mucho
secretismo alrededor, pero al fin y al cabo debería ser tarea de los periodistas
buscar la información y no sólo repetir lo que políticos y representantes de
las grandes empresas les digan.
Pongo aquí dos extractos de un
artículo del último número de Ecologista (la revista trimestral de
Ecologistas en Acción) que leí ayer:
“...El Tratado, además de las
reducciones de aranceles y de mayor liberalización comercial, apunta a una
armonización legislativa entre ambas potencias. Dado que el poder corporativo a
ambos lados del Atlántico está realizando una enorme presión para influir en
las negociaciones, hay razones de peso para temer que esta armonización sea a
la baja, socavando los derechos ambientales y sociales de la ciudadanía europea
y estadounidense en aras de los beneficios empresariales. No en vano, una de
las principales demandas de la industria es la eliminación del Principio de
Precaución (*) en la Unión Europea, que ha permitido proteger a la apoblación
europea de algunas sustancias y actividades peligrosas para el medio ambiente y
las personas.
Este temor se agrava con el comportamiento de la Comisión
Europea, que está intercambiando más información con la gran idustria que con
el propio Parlamento Europeo o los Estados miembros. (...)”
Uno de los capitulos más
controvertidos del Tratado es este:
“...Mediante el mecanismo de
Solución de Diferencias entre inversores y Estados (SDIE), las empresas
extranjeras podrían desafiar cualaquier medida legislativa son sólo mediante la
justicia ordinaria, sino reclamar indemnizaciones ingentes ante tribunales
privados poco transparentes regidos por una pequeña cámara de árbitros sujetos
a enormes conflictos de intereses (...) Un alarmante ejemplo de dicho mecanismo
y de las amenazas que este supone para las políticas “antifracking” (**) tuvo
lugar cuanado la empresa Lone Pine reclamó 250 millones de dólares canadienses
a Canadá por la moratoria al “fracking” que declaró el Estado de Quebec en 2011
y 2012. Con el SDIE...”
En fin, si realmente quisiéramos saber qué está pasaando creo que es una pérdida de tiempo tanto mirar la televisión como leer la mayoría de los grandes periódicos.
* El principio
de precaución o principio precautorios es
un concepto que respalda la adopción de medidas protectoras ante las sospechas
fundadas de que ciertos productos o tecnologías crean un riesgo grave para la
salud pública o el medio ambiente, pero sin que se cuente todavía con una
prueba científica definitiva de tal riesgo. (Wikipedia)
El principio de precaución permite reaccionar
rápidamente ante un posible peligro para la salud humana, animal o vegetal, o
para proteger el medio ambiente. De hecho, en caso de que los datos científicos
no permitan una determinación completa del riesgo, el recurso a este principio
permite, por ejemplo, impedir la distribución de productos que puedan entrañar
un peligro para la salud o incluso proceder a su retirada del mercado. http://europa.eu/legislation_summaries/consumers/consumer_safety/l32042_es.htm
Para saber algo sobre el “fracking” (fractura
hidráulica, un método muy caro y destructivo de sacar gas del subsuelo)
recomiendo al menos este trailer del documental “Gasland”.
(Lena)
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