ni en el canto de la calandria.
Si antes se buscaba en la quietud y el silencio, ahora
"se huye" en la renovada repetición del mismo ruido.
En la tienda del pueblo exhiben unos pájaros embalsamados
junto a las flores de plástico importadas de "la China".
Ayer, uno pasó con un silbo largo, sin ver al tendero,
oteando la lontananza,
sin saber lo que buscaba
Bordeando los señalados amaneceres, lo inquieta-¿todavía?-
un aire de su canto, y piensa que lo mentan,
desde la profunda,
llanura.
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