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viernes, 22 de noviembre de 2013


...se lo veía ilusionado, avanzaba con un andar resuelto y decidido, que contrastaba con el ambiente gélido, recogido y algo apagado de aquella madrugada otoñal; atravesó la plaza, subió agilmente las escaleras del ayuntamiento, y espero a que la secretaría le entregara algo.

Cuando el hombre recibió la nota, y la leyó, se diluyó la ilusión que expresaba en su rostro.


"...otra vez se niega, que cándido soy, que pardillo inocente, y yo que pensé que esta vez se iba a animar, que podría diferenciarse de esos golfos,....no se anima, no quiere abrir este asunto a la mirada del pueblo..., que pasa con ese campo de golf...., en fin,... quien calla otorga y quien calla durante diez años, no solo otorga, si no que ya comienza a despedir un tufillo corrupto, que invita a la sospecha..."



( Este párrafo corresponde al vigésimo noveno capítulo, del siempre inacabado libro, "Famiglia e Omertá")

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