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lunes, 22 de septiembre de 2014

La Cloaca / En este artículo el 8 de agosto del 2012, ya advertíamos sobre la falta de escrúpulos e independencia de la Ministra de Sanidad


( Esta falta de escrúpulos y su mentalidad arribista, como ya advertíamos, la vuelven una persona muy peligrosa por la sensibilidad de su cargo. En este caso, hablábamos sobre la retirada de la tarjeta sanitaria a inmigrantes.

Traer al último sacerdote, fue una medida "política", porque no había diferencia entre tratarlo aquí o en el lugar de contagio, dado que en España no tenemos el suero necesario para tratar este mal; este despliegue, contrasta con los recortes sanitarios en cuestiones esenciales, la laminación de la dependencia y con la raquítica ayuda que se le presta a los países de donde proviene el ébola.

Como también lo fue el desmantelar en el hospital Carlos Tercero,  la unidad especializada en este tipo de epidemias.

Quitar la tarjeta sanitaria a los inmigrantes, que es el tema tratado en este artículo, era otra medida "política", del populismo más rastrero y miserable, que por cuestiones electorales, discrimina a un sector de la sociedad, y enfrenta a pobres con pobres.

No me preocupa tanto su falta de conocimiento sobre la Sanidad Pública, si no su falta de escrúpulos de esta ex-directora de una "gürteliana" campaña electoral en Madrid).




Cuando nombraron a Ana Mato como Ministra de Salud, temí lo peor, la señora es una mujer del aparato, y la podríamos definir como la "si señorpara lo que usted mande, me da igual un roto que un descocido."


Agosto 2012.


Tengo un amigo que nunca pierde el sentido del humor, así que cuando quiere referirse a determinada clase de políticos, utiliza alguna metáfora ocurrente; son como las carnicerías de barrio rico, no tienen ni entrañas ni corazón*, me dice con su socarronería habitual.

No es un invento del gobierno ni de los políticos del PP, ha pasado siempre y seguirá pasando. Cuando la cosa se pone fea, y casi no quedan conejos por sacar de la chistera para distraer al personal, algunos inmorales no dudan en sumergirse en la cloaca.

¿Y quienes han comprado todos los números para ser humillados en esta rifa de la ignominia y del más rancio cinismo?; pues los de siempre, los más débiles y desprotegidos, los inmigrantes.

http://politica.elpais.com/politica/2012/08/07/actualidad/1344354676_754658.html

Algunos politiquillos están hechos de plástico y vienen replicados en serie, como sacados de un fabrica china, pueden gastarse y cambiarse rápidamente en una tienda de todo a cien
.
Da igual que vayamos a Rusia, Argentina o España, son fichas intercambiables, sin iniciativa, ni creatividad. y mucho menos principios con los que oponerse a los dictados de  la demagogia más vil.

Cuando nombraron a Ana Mato como Ministra de Salud, temí lo peor, la señora es una mujer del aparato, y la podríamos definir como la si señor, para lo que usted mande, me da igual un roto que un descocido.
Por lo tanto, da igual el ministerio que le toque, ella es una política muy del gusto del jefe, sin un perfil o un carácter propio.

Así que ahora toca cobrarles setecientos diez euros a los inmigrantes, da igual, como que sean diez mil, Anita pone la firma y listo. Estoy seguro que no se le escapará ni uno solo, ya no se permite las distracciones de otras épocas, como cuando su ex-marido se regaló aquel cochecito de lujo, y a ella no le llamó la atención que ese y otros desembolsos no se correspondiesen con los ingresos del otrora alcalde y postrero imputado. Como dice mi tía, tenía cabecita de enamorada.


http://www.publico.es/agencias/efe/213495/ana-mato-conocia-el-jaguar-de-su-ex-marido-pero-insiste-en-que-no-fue-un-regalo

Eso sí, olvidará decirle a sus conciudadanos que los inmigrantes irregulares son un problema que disminuye cada día al ritmo del paulatino abandono por parte de estos de su otrora tierra prometida, y que España está volviendo a ser un país de emigración. Tampoco les cuenta que esta medida no es acorde con su proclamada defensa de la vida, y que con ella morirá gente.

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/07/22/actualidad/1342986623_376240.html 

Estoy seguro que a los que sufren la necesidad de salir de España, no les gustaría que les toque una Ministra de la cetegoría humana de la señora Mato. Que lejos quedan aquellos tiempos de burbujas y consumismo , cuando distraídamente le dejaba una propina al moreno que le limpiaba su cochecito de lujo. Hoy la señora se la quita, y si no alcanza, que se aguanten como sea.

Estoy seguro que su compañero de Badalona, la va a recibir con los brazos abiertos, la camisa pulcra y mirando hacia el poniente.

Iba a titular este artículo como La Náusea, pero ya quedan lejos los tiempos en los que como el personaje del escritor francés, podría permitirme el lujo de sentir esa sensación de asco.

Es que de tanto vomitar, ya me he quedado seco.

Gonzalo Quiroga

* En Argentina, en las carnicerías de cierto standing no suelen venderse los cortes populares.

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