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sábado, 9 de abril de 2016

Caciquismo en Navaluenga: Caso a caso (2)

Soti y Armando, dos responsables públicos que deberían reflexionar acerca de los "límites" de sus "no pocas" atribuciones.

Quiero comenzar este artículo recordando lo que escribí al comienzo del anterior:

"Ahora, que aún arden los rescoldos de la Semana Santa, podríamos preguntarnos si el caciquismo, con sus políticas sectarias, disgregadoras y discriminatorias,  no nos aboca a ser más insolidarios con nuestro prójimo y de algún modo nos condena  a ser "unos Poncios", que en una actitud muy poco cristiana, miramos para otro lado cuando vemos que un paisano es tratado injustamente por no ser de la cuerda del alcalde de turno."*

Creo que es importante apelar a la conciencia de cada uno de vosotros sin "medias tintas" ni vanas complacencias, esto es "lo que hay", y que cada uno lo resuelva como le parezca y según sus circunstancias, pero, estimado lector, ¡esto es lo que hay!, no busques falsas salidas ni justificaciones tranquilizadoras, solo te solicito que mires al toro de frente, y luego ya sabrás como lo toreas, yo no soy nadie para juzgarte ni estoy en tus zapatos.

Pero si busco ser un "humilde guijarro" en los zapatos de los sectarios que abusan del poder que les hemos "prestado", apenas un humilde gujarro, ojalá llegase a más, pero eso sí, un guijarro libre, sin miedo, y sobre todo, un guijarro "que persiste", hombre, también soy un guijarro enamorado, pero mejor no alteremos la letra del genial León Felipe y dejemos la poesía para otro momento-https://www.youtube.com/watch?v=PQ-vMRWPFIw-.

Y como recuerda el genial "Roto", los únicos que realmente se benefician del sectarismo son los sectarios, y por ello defienden la presa ganada como hienas hambrientas, y ríanse de la persistencia de este humilde escribiente, estos si que persisten y no sueltan el poder ni con "agua hirviendo", da igual que los retrates mil veces y expongas sus miserias-siempre miserias políticas, claro-, porque el poder es adictivo, genera en algunos cierta sensación de omnipotencia, y en ocasiones regala una "vidorra", y unos privilegios para los que quizás algunos ni estaban preparados-...porque hay que saber "estar" en el poder-, ni se los esperaban.

Pero, en fin, esta viñeta convierte todo lo que diga en una innecesaria y excesiva acumulación de palabras.

Quiero comenzar con un caso que no es tan conocido y que quizás  no sea de los más relevantes pero que podría retratar muy bien lo que escribía antes acerca de la fiereza con la que defienden su permanencia en el poder, y los extremos a los que pueden llegar para conservarlo.*

CASO 1: VISITAS "DISUASORIAS" A LOS CANDIDATOS DE "JUANQUI".

Juan Carlos Grande Gil denunció públicamente que muchos candidatos se le "caían" de las listas porque Armando García Cuenca y Pilar González- "Pili Soti"-, los visitaban y los "disuadían" de presentarse.

Eso en Argentina se llama realizar "un apriete", se entiende, no?, iban detrás de los pasos de Juanqui, y "visitaban" a la gente que había aceptado ir en la lista de Comprometidos, en fin, una "angelical" forma de entender la democracia y de "honrar" las buenas prácticas electorales.

Me interesa que este caso sea el primer caso expuesto en este artículo, por varios motivos.

En primer lugar, porque Juan Carlos, a quién apenas conozco,  lideró una lista, la de Comprometidos,  que competía con la que yo apoyaba -Vecinos-, y es una de las pocas denuncias públicas de caciquismo que no ha sido realizada por Isidoro Román Cuesta o por mí, y quizás esto le otorga un valor aún mayor.
Juan Carlos Grande Gil.

Pero también porque podría ser un ejemplo muy válido para retratar cierta sensación impunidad y omnipotencia muy característica del caciquismo, y cierta "naturalización" de conductas que son un "escándalo" desde cualquier punto de vista, pero que en este contexto,  "nos las comemos con patatas" sin aparentes problemas "de digestión".

Alguien podría sospechar que existió un cierto "chantaje implícito u larvado", en fin, que cada uno saque sus conclusiones, pero me parece inaceptable.

Entiendo la renuencia que quizás tuvo Juanqui a denunciar esto en otras instancias, sobre todo por la escasez de tiempo y quizás, por la voluntad de no alterar la campaña con estas cosas, pero es algo que no se puede permitir.

Este caso tiene también la ventaja de tener como testigos y/o "partícipes involuntarios" a algunas personas que profesan una ideología cercana a la de quiénes gobiernan en el pueblo, y esto no deja de otorgarle cierta verosimilitud.

En fin, por aquella época, en el pp local tenían cierto miedo a la pérdida de votos que podrían tener con una candidatura que compitiera, por lo menos en parte, en el mismo espacio, y de confirmarse en todos sus extremos este caso, tuvieron cierto éxito con estas visitas "disuasorias", porque a Juanqui le costó mucho armar la lista y perdió algunas candidaturas que por su arraigo en el pueblo podrían haberle aportado algunos votos más de los que obtuvo.
Esta "fantasmagórica" foto es de aquella época, quién sabe, "haberlas haylas"

Tampoco olvidemos que fueron las elecciones donde denunciamos y "documentamos" unos muy extraños empadronamientos donde se sostenía que un cine y algunas casas, estaban habitadas por "fantasmas".

Este caso podría revestir estas características del caciquismo:

Capacidad de presión, sugestión u cierto grado de acoso, sensación de impunidad, conductas sectarias.

CASO 2: PÁSATE QUE TE LO EXPLICO, NO NECESITAS UN DOCUMENTO.

Este caso tiene una relevancia mucho mayor de la que aparenta y "explica" muy bien ciertas características del caciquismo.

He sido muy insistente con algunos conocidos sobre esta cuestión, porque cuando solo te llevas las "buenas palabras" del alcalde, pueden suceder tres cosas.

La primera y más obvia es que el alcalde no cumpla con su palabra, o juegue con los tiempos y la cosa se dilate y no resulte como la habías acordado.

Lo segundo que sucede es que con ello refuerzas el carácter "arbitrario" de las decisiones, porque como son "arreglos personales", que se toman de uno en uno con diferentes personas, lo que han arreglado contigo puede que sea diferente a lo que han arreglado con otro.

Por otra parte, de una forma sutil, esta modalidad tiende a dividirnos un poco porque buscamos nuestros "arreglos", cuando lo correcto y lo virtuoso, es que esas cuestiones se rijan por unos protocolos que sean "iguales para todos".

También es verdad que al no venir por escrito puede que no te percates de todo lo acordado, y al estar frente al alcalde, también te sientas algo cohibido y no puedas actuar como lo harías habitualmente, en, por ejemplo, la oficina de la administración pública que sea.

En tercer lugar, refuerza la falta de transparencia y acceso a la información, porque al no darte un documento, con sello y firma, las cosas quedan en una cierta penumbra, y en su momento, no contarás con un documento probatorio muy útil ante cualquier reclamo que hagas.

Por lo tanto, los compromisos del Alcalde u de cualquier otro responsable del Ayuntamiento, siempre es mejor llevárselos con sello y firma, que la palabra escrita, todavía no vuela ni se la lleva el viento.

Como no quiero cansarlos, y todavía quedan los casos más importantes* de la extensa lista de los casos de caciquismo que padecemos en Navaluenga, continuaré en otro momento, pero os prometo que no me demoraré tanto como en la última ocasión, siempre que la "pequeña soberana", que es dueña de mi tiempo y de mis desvelos, me lo permita.


Gonzalo Quiroga Arzeno (VECINOS).

* Quizás algún día bajo por la iglesia y "me pego un charlado" con el cura, quién sabe, porque la iglesia de estas cosas debería ocuparse  o es que Jesús no fue crucificado por enfrentarse a los poderosos y sectarios, o es que no fue difamado por los fariseos, y yo me pregunto, hoy los fariseos, quiénes son, y yo me pregunto, no nos encontraremos alguno encabezando la procesión.

* Lo escribo en condicional por ser prudente y precavido, ustedes me conocen, y podrán imaginar el grado de verosimilitud que le otorgo a esta anécdota, por otra parte, Juan Carlos Grande expuso en público sin ningún tipo de reparo; si a mí me acusasen de ello y fuese mentira, no dudaría en demandarlo, y al día de hoy, Juan Carlos, no lo ha sido.

*En algún caso serán "presuntos", y en otros simplemente casos de caciquismo; como ustedes saben no nos arredramos de "llamar las cosas por su nombre" cuando consideramos que es justo hacerlo.

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