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martes, 23 de febrero de 2016

Ávila: El destino de los becerros.


De vez en vez, en el Diario de Ávila, que funciona como un medio de promoción de los poderes fácticos establecidos, y por tanto del muy caciquil Partido Popular abulense, decía, que cada tanto entonan alguna crítica u reclamo.

Es tan penosa la situación de nuestra provincia, que esta vez no pudieron dejar de manifestar su escepticismo con respecto a una mejora en el tiempo que tarda el ferrocarril en llegar a Madrid.


Así que nuestro principal periódico local y toda una caterva de políticos adiestrados en la obsecuencia y el inmovilismo,  andan mendigando quince minutillos de reducción en el tiempo de llegada a Madrid.


Y como no podía ser de otra manera, lo fían todo al muchacho de sonrisa dentífrica y sus contactos en las altas esperas del Partido Popular.


Por lo bajo, también insinúan que deberíamos gozar de un plan como el que tuvo Teruel, sin reparar que la distancia entre esta ciudad y Madrid triplica la que tenemos nosotros.


El otro día, el director del "amablemente oprobioso" Canal 8 de Ávila, cuyo dueño, Méndez Pozo, no lo olvidemos, es un ex presidiario por falsedad documental y goza de unas muy promiscuas  relaciones carnales con la clase política, decía que el director de este medio se jactaba de la cercanía de su canal de tv con los paisanos de esta provincia.


Este director, cuyos méritos periodísticos se reducen a una pertinaz obediencia hacia el que manda, debería saber que el Canal8 de Ávila es el canal del Partido Popular y de sus caciques provinciales, y que cuando hay campaña electoral, es un órgano más de propaganda de este partido, como se demostró con el tiempo y el trato empalagoso que le dedicaron al muchacho de la sonrisa dentífrica y de nula foja de servicios en el Congreso de los Diputados.


Pues este muchacho, que presume de su afán de regeneración democrática, no tiene reparos en abrazarse con caciques cultores de la "degeneración democrática" más cerril, como Agustín González, Rubén Rodríguez, u Armando García Cuenca, y ni se inmuta, porque lo fía todo a su muy cuidada y marketinera imagen política.


Mientras no acabemos con ese agujero negro para todo tipo de iniciativas, y con la dilapidación de recursos de todo tipo que supone el caciquismo cerril que sufrimos en nuestra provincia, seguiremos buscando la solución afuera y mendigando limosnas.



En fin, ahora que Olivia me ha regalado unos minutillos, solo quiero decirles que mientras sigamos aupando a esta clase política, tendremos el destino que nos buscamos, y ese destino es el mismo que tienen los becerros*.

Gonzalo Quiroga Arzeno (VECINOS).


* Es verdad, nadie busca de forma consciente esta situación, pero eso no evita que la propiciemos.

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