Elecciones municipales (3)

Supongo que todas las candidaturas estamos ahora elaborando nuestros programas, y los últimos días he estado pensando un poco en la función de estos.

Como escribí en una anterior entrada, supongo que todos se parecerán bastante. O mejor dicho: espero que se parezcan. Ya que estaría  bien que todos los grupos y personas trabajaran más juntos, pienso que ojalá todos quisieran (por ejemplo):

-         tener un ayuntamiento transparente, eficaz, justo y abierto

-         fomentar la economía local y trabajar para un desarrollo sostenible (sostenible de verdad, con lo que esto implica en cuanto al respeto al medio ambiente y a la convivencia entre las personas)

-         fomentar la participación ciudadana

-         conocer, cuidar y dar a conocer el patrimonio cultural y natural

-         hacer Navaluenga un buen lugar para VIVIR, y también para visitar (lo que implica un cambio de modelo turístico)

Entonces, ¿qué importancia tienen los programas electorales?

En uno de nuestros paseos, Maruja -que siempre suele decir cosas de mucho sentido- comentó que más que una lista de proyectos deseables (de los cuales la mayoría luego no se podrán realizar por falta de dinero o apoyo), un programa debería indicar ciertos principios a seguir, o una dirección hacia donde ir. Luego los ciudadanos deberíamos juzgar si los actos y decisiones de alcaldes y concejales son coherentes con esos principios, y recordar a los gobernantes sus palabras. 

Paul Klee, 1932

Aunque me imagino que en un pueblo lo que más importa es la confianza que inspiran las personas. 

Preguntaremos quién de los candidatos será el más honesto, el más capaz, el más dialogante, el menos susceptible a aficionarse demasiado al poder, quién tendrá las convicciones más sólidas (me refiero a convicciones éticas, no del tipo “todo es bueno si me beneficia a mí o a mi familia”) y la mayor conciencia social.

Para terminar, me permito reproducir un párrafo del artículo de Concha sobre “Política y elecciones”:

“...el concepto de política no tiene por qué relacionarse con la disputa partidista y los posicionamientos ideológicos, y menos a nivel local; si miramos más allá vemos que, en otras épocas y lugares, la política es entendida como civismo y responsabilidad ciudadana, nos incumbe a tod@s, quién puede decir que no le importa la política o que pasa de ella cuando por ejemplo política local es desde la calidad del aire que respiramos, del agua que bebemos, hasta las ayudas sociocomunitarias a nuestros mayores, pasando por la accesibilidad de las calles, la higiene pública  etc...”

Recomiendo leer todo el artículo en: http://plazuelanavaluenga.blogspot.com.es/2015/04/de-politica-y-elecciones.html

 Lena