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jueves, 21 de marzo de 2013

Corrupción (¿o sólo estupidez?) & Infraestructuras

Mientras desayunaba esta mañana leía un artículo sobre la corrupción en el último número de Diagonal. Allí se citaba a Paco Segura de Ecologistas en Acción: "Estamos en el país que más fondos dedica a grandes obras en porcentaje del PIB, con records en kilómetros de autovías y lineas de AVE o aeropuertos deficitarios, en contraste con los escasos fondos para atención social. (...) Seguíamos invirtiendo en infraestructuras, pero los papeles de Bárcenas demuestran que la justificación no era económica".

Y pienso en los amigos que me cuentan que siguen optando por pasar varias horas incómodas en autobús para ir a Valencia o Barcelona, ya que el AVE cuesta tres o cuatro veces más, y no están los tiempos para despilfarros. El tren normal, en el que uno podía alternar las lecturas con el disfruto de ver el paisaje a través del cristal, ya no existe en esos trayectos.

En un artículo breve pero repleto de datos importantes (publicado en el pasado mes de diciembre, Ignacio Escolar, nos describe la Burbuja del AVE en siete claves. Por ejemplo:

- España es el primer país de Europa en trenes de alta velocidad y el segundo del mundo: solo nos gana China. (...)

El desarrollo del AVE en relación a la población española es aún más disparatado. España tiene ya construidos 61 kilómetros de alta velocidad por cada millón de habitantes, es el récord mundial. Francia, el segundo país en esta clasificación, apenas llega a 31 kilómetros por millón. 

Sin contar las obras pendientes, España ya se ha gastado 34.000 millones de euros del dinero público en el AVE, el 3,4% del PIB. Es el equivalente a toda la inversión en I+D de tres años o 15 veces más de lo que ahorró la Seguridad Social con la última congelación de las pensiones.


.- La inversión es mareante. Los resultados, frustrantes. La ocupación media de los trenes en servicio apenas alcanza el 55%: casi la mitad de los asientos van vacíos. El porcentaje es aún más ridículo si se tiene en cuenta que solo se está utilizando un 10% de la capacidad de la carísima red desplegada. 

Invertimos cantidades disparatadas en estos trenes de lujo, pero falta dinero para otras líneas. Este año, Fomento va a cerrar una veintena de rutas de trenes de media distancia. ¿El ahorro? 51 millones de euros que dejará a muchas pequeñas ciudades sin tren. 


(Lena)

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