Nunca habíamos visto a tanta gente en una manifestación en
Avila como ayer. Como simpatizamos con las ideas de CNT (La crisis es una
estafa, hay que repartir los recursos, pero vivir con menos y vivir mejor.
Repartir el trabajo y la riqueza, no pagar la deuda ilegítima...), Maruja y
yo nos pusimos en la cola, detrás de las banderas rojas y negras de CNT y CGT.
Sin embargo, como a las dos se nos da muy mal lo de gritar, sentíamos que no
encajábamos del todo, y empezamos a adelantarnos en la marcha, buscando a otros
vecinos de Navaluenga (encontramos a uno de los dos grupos que habían subido).
Y entonces nos dimos cuenta de cuanta gente había.
Hoy en la prensa leo que los sindicatos cifran los
manifestantes en 9.500, y el Ayuntamiento en 3.150. Yo no sé cuántos éramos, sólo que muchos.
En cuanto al seguimiento de la huelga, no tengo datos ahora.
Pero para que algo realmente llegue a cambiar, creo que habría que seguir la (radical y ¿utópica?)
convocatoria a una HUELGA GENERAL PERMANENTE que Gustavo Duch hace en su blog
“Palabre-ando”:
“De hoy en adelante – manifestamos – no trabajaremos nunca más
para financiar Estados déspotas que nos roban la vivienda o el sustento, ni
para estados depresivos que nos roban la felicidad. El trabajo esclavo ha
llegado a su fin.
Interrumpimos inmediatamente y para siempre el consumo
consumista que nos consume la sonrisa y devora mares, tierras, aires y aguas.
Las gentes no son el Mercado ―afirmamos ― el mercado es sólo un lugar de
encuentro....”
(Lena)
No hay comentarios:
Publicar un comentario