El musgo

En mi dosis diaria de noticias sociales, políticas y económicas - de atención a algunas de las guerras de baja o alta intensidad que están transcurriendo en el mundo - he leído sobre:

- como la política tributaria en España favorece a los que más tienen, y centra su lucha contra el fraude fiscal en los pequeños contribuyentes en lugar de en los grandes patrimonios y empresas. http://www.eldiario.es/economia/voluntad-politica-ingenieria-financiera-permite_0_73493162.html

- la multinacional Inditex, dueña de Zara y otras cadenas, que tiene el doble de trabajadores en Bangladesh (donde el salario medio entre los trabajadores textiles es 31 euros al mes) que en España. http://www.eldiario.es/economia/Asia-gran-fabrica-Inditex_0_73843124.html

- los pueblos indígenos amenazados de extinción por la explotación y abusos de Repsol y otras compañías petroleras en la Amazonia (en el penúltimo Diagonal, que se me están acumulando las revistas y artículos encima de la mesa)

-los desahucios que siguen. Y todos los nuevos pasos para desmantelar la educación y sanidad pública junto con la justicia. Y - afortunadamente- también las crecientes protestas contra ello. Etc.

Y ahora necesito descansar la mirada en otra parte. Por ejemplo en el musgo, que ahora es, después de la caída de las hojas de los árboles, es una de las protagonistas visuales en el campo.

Según lo que leo en un libro los musgos existen desde hace más de 350 millones de años, y igual que los líquenes se forman por la simbiosis de un alga y un hongo. Prefieren sitios húmedos y sombreados en clímas cálidos, pero pueden vivir en lugares muy variados. Tienen gran importancia ecológica ya que forman el suelo donde más tarde nacerán otras plantas, y también sirven como alimento a diversos animales. Los líquenes son además detectores del nivel de contaminación ambiental; si esta es alta su población disminuye.

Estas fotos son de un paseo de hace un par de días.

    (Lena)