Esta denuncia se refiere a la
"reboxetina", principio activo de un fármaco contra la depresión, que
se sigue comercializando en España por Pfizer bajo los nombres de
"Norebox" e "Irenor", aunque en 2010 un grupo de
investigadores alemanes publicó en el British Medical Journal un estudio
demostrando que el medicamento era inefectivo y que la compañía farmacéuticas
había ocultado a la comunidad médica los tests que eran desfavorables.
Han existido diversas compañías
farmacéuticas envueltas en escándalos de ocultación de datos científicos y de
tratar de silenciar a los científicos para que no adviertan del peligro del uso
de diferentes fármacos. Como la regulación de la industria farmacéutica es
deficiente, las compañías farmacéuticas no están obligadas a publicar
todos los ensayos clínicos que realizan y los que hacen públicos son favorables
a sus intereses. Las farmacéuticas financian numerosas revistas y conferencias
médicas (cada cual que interprete esto como quiera).
Al igual que la crisis bancaria,
abandonar una industria multibillonaria a las fuerzas del mercado, sin una
regulación adecuada, puede tener consecuencias nefastas para todos. (Fuente: Ben
Goldacre:"Bad Pharma"- Principia Marsupia)
(MCV)
Mientras no se rompa el oligopolio de las farmacias, que es lo que les da poder, no hay nada que hacer.
ResponderEliminarun veraneante de Madrid