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viernes, 24 de agosto de 2012

Ser respetuoso o un bobo solemne

A raíz de un artículo publicado sobre la guardia civil y de cierta polémica generada por lo expresado en el mismo, he notado como en muchos comentarios discrepantes se utilizaba reiteradamente el término respeto.

En ningúna de las definiciones del término respeto de las que yo conozco, se vincula a dicho término con la no discrepancia, sea esta puntual o genérica.
La R.A.E recoge una variante expresiva donde respeto se vuelve sinónimo de miedo. Un ejemplo de esto sería una expresión como la de a ese toro se le tiene un respeto.

En nuestra cultura social y política, lamentablemente se tiene muy interiorizada está conexión semántica.
De todas formas, afortunadamente, la definición del término más aceptada es la otra.

 El respeto por la autonomía del individuo, que se sustenta esencialmente en el respeto de la capacidad que tienen las personas para su autodeterminación en relación con las determinadas opciones individuales de que disponen.

Una de las paradojas expresadas en estos comentarios fue la de invocar el respeto a la vez que se lo faltaban al articulista.
Tampoco se respetaban como seres racionales y capaces de argumentar, cuando no volcaban, salvo alguna reseñable excepción, ningún argumento.

Eso sí, en algún caso alguien vinculó una aclaración respetuosa y hecha solo buscando criterios de objetividad, con el miedo.

Te han dado un toque.

No valiente caballero nadie me ha dado un toque. Si quiere tóquese un paso doble, porque seguiré escribiendo, respetuosamente, todo lo que me parezca pertinente.

Algunos confunden el respeto con el miedo, la adulación servil, o la ausencia de crítica.

A ese tipo de personaje, al adulador que no tiene capacidad crítica ni autocrítica, lo defino, con todos mis respetos, como un bobo solemne o un solemne bobo.

Es verdad que en España, existen temas que tienen algunas adherencias de tipo sentimental, o vinculadas a prejuicios ideológicos.

Digamos que la guardia civil, puede ocupar un lugar junto con los toros, el madrid/barca o la semana santa, en el panteón de los temas que generan mayor polémica e animadversión, y que mantiene todavía viva- sobre todo en algunas regiones-esa maldita y sempiterna fractura tectónica, llamada dos españas.

Es verdad que muchos de los que valiente y anónimamente me descalificaron, no tendrían la honradez de expresar esas opiniones en otros ámbitos, por ejemplo un debate televisivo, necesitan ser arropados por las confortable cobertura de su parroquia; digamos que necesitan expresarse desde un sitio de seguridad y monocorde anuencia.

Pero también es verdad, que esta cerril y acomplejada parroquia- normalmente no es capaz de expresar su opinión abieratmente-, forma una oscura corriente subterránea a la que no hay que despreciar, por que suele emerger en tiempos difíciles como los que estamos viviendo.

Yo prefiero la respetuosa discrepancia que muestra una consideración hacia el otro, por el hecho de mostrarnos como somos, e intentar influir en él, porque consideramos que tenemos razones que aportarle.

De hecho, esa postura crítica fue la que ha colaborado en la travesía que algunas instituciones como la guardia civil, han tenido que realizar desde su pasado preconstitucional hasta las circunstancias que viven actualmente.
Prefiero el hablar que el mejor no hablar de ciertas cosas, porque esta última opción demuestra un patológico y peligroso grado de anomia social y democrática.

Suelo desconfiar de la gente que suele manifestar sus respetos reverenciales y acríticos hacia las instituciones u colectivos que fueren, son los mismos que cuando por las mañanas le faltan el respeto a sus vecinos, muchos de ellos ancianos, mantienen la boca cerradita con la torticera excusa de que es el negocio del pueblo.

El respeto más urgente y cercano, es el que nos debemos como vecinos que convivimos con unas costumbres y una cadencia determinada; ese respeto es roto por algunos desconsiderados muchas mañanitas, !claro!, para recobrar ese respeto hay que currar y exponerse.

Para algunos son más gratos los respetos cómodos, bobos, y solemnes, porque con ellos se  lucen mejor en la becerril procesión.


Gonzalo Quiroga



4 comentarios:

  1. Mejor expresado imposible.

    Gonzalo Eehorabuena por la critica constructiva que aunque muchos no lo sepan es la que hace evolucionar a la sociedad. Esperemos que sea bien interpretada y haga reflexionar para que este pueblo un lugar para todos desde el respeto.

    El Veraneante de Madrid

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  2. Gracias y feliz veraneo. Espero poder dedicar un par de semanitas a temas más gratos.

    Gonzalo

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  3. Gonzalo, aunque soy un poco perezosa para expresarme por escrito no quiero en esta ocasión dejar de mostrarte todo mi apoyo y manifestar mi acuerdo con las lineas generales de tus escritos del blog. Muchos deberían aprender de tu espíritu abierto y valiente y del respeto con que contestas a los que te están descalificando sin ser capaces de argumentar nada.
    Por cierto en el blog no aparecen "fotitos" sino fotos y muy bellas.

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  4. Gracias Maruja, seguiré escribiendo lo que me parezca oportuno. Parece que el artículo sobre la guardia civil ha tenido una "gran repercusión" o ha rebasado ampliamente la habitual escala de lecturas de nuestro humilde blog de pueblo.
    Supongo que hay temas que siguen desatando "pasiones", pero algunos tendrán que aceptar de una buena vez,que no hay temas tabú o restringidos a la crítica.
    Aún reconociendo su singularidad, la guardia civil puede recibir el mismo tratamiento crítico, que cualquier otro colectivo.

    Gonzalo

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