Esta semana, al fin, he hecho algo que llevaba
tiempo queriendo hacer: cerrar mi cuenta en Bankia.
No es que
temiera por el poco dinero que tenía en ella, sino que era mi pequeña protesta
personal contra unos cuantos hechos relacionados con este banco, como:
- Los
sueldos e indemnizaciones de los miembros de los consejos de administración, y
además la composición de estos consejos.
Por ejemplo,
en la página de www.teinteresa.es leo que “los miembros de
los consejos de administración de Bankia y de su matriz, Banco Financiero y de
Ahorros (BFA) sumaron sueldos de casi 12 millones de euros
durante 2011, según consta en la documentación con las retribuciones que ha
hecho pública la entidad financiera. La retribución mínima anual de un consejero fue de
96.000 euros;
la máxima, de 2,3 millones
de euros, una cantidad que ingresó como sueldo el ya
expresidente de Bankia, Rodrigo Rato...”
En escolar.net
- http://escolar.net/MT/archives/2012/07/biografias-imputados-bankia.html - también hay información
interesante sobre los 33 implicados (acusados de falsificar las cuentas y
estafar a los pequeños accionistas) en el caso Bankia. Aunque la mayoría son
personas relacionados con el PP, también los hay de otros partidos, y hasta dos
miembros de CC.OO.
Aunque con la
reforma financiera que aprobó el Gobierno en febrero la retribución máxima
ahora se limita a 600.000 euros en caso de los consejeros ejecutivos, y 100.000
para los demás, siguen siendo unos sueldos nada malos para asistir a una media
de una reunión al mes.
Y mientras tanto, siguen los desahucios. Según información
publicada en El Público ayer, desde que se inició la crisis en 2008 más de
400.000 desalojos a la fuerza de viviendas o locales han sido ordenados por los
jueces en España (el otro día leí que en lo que va de año, hay una media de más
de 500 desahucios al día). También cuenta el artículo que “de acuerdo a una encuesta entre 6.000
afectados realizada este año por la Plataforma, e incluida en el libro Vidas
hipotecadas, de Ada Colau y Adriá Alemany, los bancos que realizan más
ejecuciones hipotecarias a los afectados son Bankia (16%), BBVA (12%), Banco
Santander (10%), Caixabank (8%), la CAM (7%), Catalunyacaixa (6%), Banca
Cívica, Banesto y Caixa Penedés (con un 4% cada una) y Unnim (3%). El estudio
señala además que el 82 por ciento de las viviendas ejecutadas eran el hogar de
al menos un menor de edad.”
Otro
tema grave, gravísimo, es el del “rescate”, que Bankia ha contribuido a
provocar (por supuesto no es el único responsable). Me imagino que no soy la
única a quien estos temas económicos resultan complicadas; llevo varios días
leyendo distintos escritos acerca de ellos, y los comentarios más
esclarecedores provienen del blog Pijus económicus, del economista
Alberto Garzón. Aquí reproduzco algunos párrafos de dos de sus artículos:
“...Durante el boom
inmobiliario y financiero, cajas y bancos hicieron extraordinarios beneficios.
En el caso de las entidades privadas se repartieron entre los accionistas y en
el caso de las cajas se destinaron a la Obra Social y a impresionantes y aberrantes
remuneraciones para sus directivos. Pero esos beneficios crecían gracias a la
burbuja, de modo que al estallar esta todo cambió.
Lo que cambió fue su balance
contable. Lo que estaba contabilizado como activos era suelo, viviendas y
préstamos que tras la crisis nunca volverían a tener ese valor. Así pues, el
suelo valorado en 1 millón de euros probablemente no valga ahora ni 0’2
millones de euros. La diferencia es lo que se considera una pérdida a declarar
o un activo tóxico. Sin embargo las deudas, y pasivo contable en general, siguen
valiendo lo mismo. En realidad las entidades están descapitalizadas, como se
dice en la jerga de los economistas. Los bancos no reconocen sus pérdidas o sus
activos tóxicos, porque si lo hacen tendrán que reconocer una quiebra técnica y
el sistema se viene abajo
En este punto los gobiernos
salen a rescatar al sistema financiero. Inyectan liquidez y aprueban formas de
ayuda para facilitar que bancos y cajas superen sus problemas. El objetivo de
los gobiernos es dar tiempo a los bancos para que puedan hacer beneficios
suficientes con los que compensar las pérdidas. Claro, casualidades de la vida
esos beneficios se extraen de la llamada explotación financiera a las familias
(cobro de comisiones, etc.) o del arbitraje con la deuda pública (me prestas al
1% y te presto al 5%, de modo que gano un 4%).
Cuando todo eso ha fallado,
por lento e ineficaz, vienen las nacionalizaciones. Que quiere decir que el
Estado se hace cargo directa y claramente. Pero hay varias formas. Está la nacionalización
parcial, que es asumir sólo parte de la propiedad (y por lo tanto la parte
proporcional de activo y pasivo). Está también la nacionalización total, que es
asumir la totalidad de la empresa (todo el activo y el pasivo). Y finalmente
está el miserable banco malo, que significa asumir única y exclusivamente
activo seleccionado, es decir, el activo más malo que exista. Por ejemplo, el
suelo de 1 millón de euros del que hablábamos antes y del cual decíamos que ya
no valía ni 0’2 millones.
El truco está en que el
Estado compra a la entidad el suelo por 1 millón de euros, y luego es el Estado
quien intenta venderlo o reconoce la pérdida de valor. De modo que se trata de
la forma más fascinante y terrible de socializar pérdidas....” (De “Banca
pública, Bankia, especulación y banco malo” http://www.agarzon.net/?p=1834
)
“...Nuestra economía está
viviendo la resaca de la borrachera que supuso la burbuja inmobiliaria para el
sistema financiero. Por esa razón todas las entidades -aunque en distinto
grado- tienen un importante conjunto de los llamados activos tóxicos, es decir,
activos (préstamos concedidos, viviendas, suelo, etc.) que no se pueden vender
al precio en el que aparecen en los balances contables. Por lo tanto, los
bancos tienen que asumir y tapar enormes pérdidas o declararse en quiebra. La
quiebra supondría dejar de pagar las deudas a los acreedores, que en gran parte
son bancos extranjeros (alemanes, franceses, estadounidenses e ingleses
fundamentalmente). Por esa razón los acreedores presionan para que estas
entidades no quiebren y sigan pagando. Así es como podemos explicar el
rescate-memorándum anunciado por la troika (Fondo Monetario Internacional,
Comisión Europea y Banco Central Europeo).
Este memorándum sólo busca,
en definitiva, tapar agujeros financieros. No es un documento que trate de
solucionar los problemas más acuciantes de la economía española -como es el
paro. De hecho, y en la medida que el memorándum incluye el desembolso de ayuda
pública -a través del FROB y de la propia inyección del rescate-, el gobierno
asume importantes condiciones cuya materialización deteriorará la economía real
y nos llevará a mayor crisis y regresión social. Seguimos calcando el camino de
Grecia...”
(de “Breve comentario sobre el rescate-memorandum” http://www.agarzon.net/?p=1933 )
Quería también escribir un
poco sobre un banco “alternativo”, ético -el Triodos- pero veo que esto se
alarga mucho. Así que lo dejo para un poco más tarde.
(Lena)
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