Resulta que una tal Pepita no se cuanto, ha abierto un perfil de face donde se muestra crítica con algunos cuestiones, entre las que se encuentra el turismo de desmadre.
Entonces, alguna gente me ha comentado, que una pobre reclua que siempre ha mantenido una mirada pre.juiciosa y sectaria, y por la que debemos sentir conmiseración cristiana, ahora ha llegado a la conclusión de que yo soy el autor de tales comentarios
También me han enviado algunas capturas de pantalla.
Se trata de los de siempre:
El sargento garcía, alguien que siempre llega tarde y se le escapa el zorro-eso cuando no está de vacaciones-, un muchacho luso algo obtuso y que representa bastante mal el carácter de un país al que estimo y visito con frecuencia, una señora algo casposa y nostálgica del pacato dictadorsuelo, etc.
Me alegra que alguien haya manifestado sus dudas sobre mi implicación en la autoría de esos comentarios alegando que "yo siempre firmo lo que escribo", y le agradezco por su ecuanimidad.
En fin, por supuesto apoyaré cualquier espacio que se ocupe del desmadre, y le aportaré lo que me solicite-artículos viejos, algún vídeo-, por más que algunas pobres criaturas se molesten.
Pues nada, desde aquí, le envío un abrazo a mis amig@s de Navaluenga.
Gonzalo Quiroga Arzeno.
*Quiénes montamos en su momento Plazanavaluenga, nunca dejaremos de firmar nuestros comentarios u artículos, porque, entre otras cuestiones, con la firma nos hacemos responsables de lo que publicamos y normalizamos "lo normal", esto es, mantener una actitud crítica libre y responsable; a los caciquillos de turno esto les molesta mucho más que los anónimos, porque significa que no nos atenemos a cierta regla no escrita, que incentiva el anonimato y la falta de exposición pública, que es una forma de seguir siendo coaccinados u intimidados por "su autoridad".
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