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domingo, 18 de diciembre de 2016

Z


...nuestro hombre, siempre acodado en las esquina de la barra, y de espaldas a la vidriera que mira hacia la calle, está apurando el vino de cosecha, que suele tomarse todos los mediodías.

En eso ingresa el sargento García, con su aparatosa y risueña gesticulación habitual-casi como de peluche articulado-, y al ver a unos conocidos, les dice esto:

"...ya sabes, el forastero ese, que se mete con el hijo del jefe, y este no tiene otra que ir a su casa con intención de soltarle unos guantazos, faltaba más..."

Sus interlocutores, le siguen la conversación como si nada, pero ninguno dice esta boca es mía, porque más allá de la opinión que tengan sobre el forastero, ya saben que el sargento suele decir tonterías y es un poco fantasioso.

Nuestro hombre ya no quiere escuchar más, se levanta, saluda a los presentes y se marcha.

"...a este, no solo se le escapa siempre El Zorro, sino, quizás, algunos pajarillos de la pajarera, como se atreve a decir..."

Mientras pasa junto a la iglesia, eleva la mirada, y dice por lo bajo:

"Que hemos hecho virgencilla mía, para merecer esto, a ver si se toma unas vacaciones-...bueno, en fin...-, y nos deja un poco en paz, comprendo que el forastero es un poco pesado con ese tema, pero el sostiene que más cansino es el caciquismo, que es como una lluvia fina que nos penetra día a día y va calando, y calando...y que no piensa dejar pasar ningún ataque sin responder, que se tienen que ir acostumbrando a aceptar los límites de la democracia, y  que el sargento, está siempre pegado a los "mandamases",bueno, ya se sabe, el dice algo como que son la reserva de la putocracia, plutocracia, o ni puta gracia, vaya uno a saber, cuando se arranca,  frunce el ceño y no para de largar,  demasiado entusiasmo, si aquí las cosas no se mueven desde hace siglos, igual que nuestra sierra, siempre ahí, siempre igual, demasiado entusiasmo !pa na¡, mejor me voy para la huerta, que toca ajos..."

Hacia allí se dirige nuestro hombre, ya con un semblante más animado, y canturreando, o, mejor, casi susurrando:

"...en su corcel, cuando sale la luna..."


(Quincuagésimo cuarto episodio, y uno de los más "tontunos", de nuestro siempre fragmentario e inacabado libro, "Famiglia e Omertá")

2 comentarios:

  1. La verdad es que este anónimo-el único que publico-, debe ser todo un personaje, entre otra cosas porque me deja hojas arrancadas y manuscritas en los lugares más inverosímiles con toda una serie de indicaciones...en fin, es un gran lector de Sciascia, y quiere que sean como hojas sueltas de un libro desvencijado, con retazos e episodios que pueden haber ocurrido en Navaluenga u cualquier otro pueblo de estas características...debo confesar que alguna vez lo imité en alguna entradilla, en fin, le pediré al sargento García que lo localice, justamente, porque prefiero que siga siendo anónimo.

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  2. Pues dos vecinos de cierta edad, ha visto la mismo capítulo de la serie de "El Zorro", y me contaron este mismo episodio que nos cuenta nuestro cronista anónimo...en fin, parece una nota de color, otro episodio "folclórico" más, pero no deja de ser otra muestra más del cambalache que hemos normalizado.Gonzalo.

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