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martes, 5 de mayo de 2015

Mi participación en Comprometidos por el momento está siendo una experiencia interesante y positiva. Es cierto que estoy en una posición bastante privilegiada: en un puesto bajo en la lista, y  un poco alejada de las luchas – debido al hecho de vivir fuera del pueblo, no utilizar facebook (o muy poco), y quizá también a mi condición de extranjera naturalizada (es decir, soy ciudadana española, aunque no de nacimiento). Ya que no soy yo “la amenaza” no tengo que sufrir los ataques sucios que está aguantando Juan Carlos (con mucho temple, me parece), ni recibo las visitas de Armando y Pilar, como otra candidata a cuya casa han ido ya tres veces para intentar convencerla a dejar la candidatura (me alegro mucho de su nulo éxito).

El otro día nos reunimos para hacer la foto para el cartel. Y aunque me siento muchísimo más cómoda detrás de la cámara que delante, estaba bien ir a algunos de los lugares bonitos del pueblo mientras la fotógrafa nos mandaba sonreir, juntarnos más, sentarnos, ponernos de pié, mirar a la cámara etcetera.

Uno de esos lugares era el pequeño camino que empieza a pocos metros del río, enfrente del bar Laguna. Hace años que no he pasado por allí, y me había olvidado de lo lindo que es, con una vegetación casi selvática a un lado y al otro un muro alto de piedra, del que se asomaba un lilo todavía floreciendo.

Creo que muchas veces pensamos que el pueblo es feo, olvidándonos de sus muchos rincones bonitos. Pero el problema es que no se resalta lo bonito, y en cambio lo feo – la basura, los escombros, las fachadas de hormigón o incluso con el aislante amarillo (que ahora no recuerdo como se llama) – sí está muy a la vista.

Esto es uno de los aspectos de uno de los temas que luego hablamos, sentados en una terraza, cuando al final terminamos de hacernos fotos: cómo conseguir que Navaluenga deje de ser conocido como el pueblo de las despedidas de solteros, y se convierta en un lugar adonde va la gente por su naturaleza maravillosa, su patrimonio histórico-cultural, su gastronomía – y ¿porqué no?: de sus ferias de libros o de artesanía, sus conciertos o sus festivales de cine y teatro (puestos a soñar...o a marcarnos metas).

Seguramente compartimos este objetivo todas las candidaturas salvo la del PP – si les juzgamos por su práctica de todos estos años que llevan gobernando. Aunque pienso que puede haber personas también en ese grupo que sí quisieran un cambio.

Aparte del contenido de nuestra conversación acerca del programa electoral el otro día, lo que a mí me gusta mucho en todas las reuniones que hemos tenido en Comprometidos es la abertura y el respeto con que se habla allí. Somos un grupo muy heterogéneo, de orígen, experiencias, y marcos de referencia; y esto hace que no podemos dar muchas cosas  por sentado, sino de forma natural tenemos que intentar expresarnos con claridad, escucharnos los unos a los otros, y asumir que puede haber diferentes puntos de vista. Esto, pienso yo, es un muy buen punto de partida para entenderse.


Lena

1 comentario:

  1. Cristina Pérez Garcés6 de mayo de 2015, 16:30

    Bueno, ya te lo dije en su día...creo que puedes aportar mucho, no importa mas donde estés si no lo que eres, importa que seas consecuente con tus ideas, que seas receptiva, que sepas apreciar lo bello natural sobre todas las apariencias, que tus proyectos sean lo que son en simpleza y claridad.
    Creo que va a ir bien, que el cambio puede originarse y que tu estarás remando seguramente en ese barco en movimiento. También me alegro que estés y te encuentres bien.

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