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lunes, 17 de noviembre de 2014

Toros: La metáfora infecunda ( ...y funcional a "Monsanto") (1)

Cuando llegué a España hace veinte años, me sorprendió la profusión de artículos y el fragor de los debates en torno a las corridas de toros.

Aún entendiendo que es una cuestión que activa, y abarca un proceloso magma de sentimientos y que acarrea un sinfín de adherencias sociológicas, político- ideológicas, y hasta comunicativas, me llamó la atención, sobre todo, el "espacio" que esta cuestión ocupaba en los grupos ecologistas, o que "en principio" se debieran encontrar inmersos dentro de ese "basto océano" llamado ecología política.

Se me ocurrió pensar que los ecologistas pretendían utilizar la cuestión taurina como un "Caballo de Troya" donde  introducir toda una serie de pensamientos y experiencias vinculados a la ecología política, para así comenzar a concienciar a una población que era algo profana en estas cuestiones, sobre todo por el proceso "desruralización", y la  urbanización forzada de los últimos cincuenta años, la revolución verde, la introducción manipulada de las concepciones de progreso, modernidad, etc,.

Desde mi voluntariosa candidez, quería pensar que "el toro" era una fecunda y poderosa metáfora que "explotaría" en la mente de muchas personas, y la haría vincularse de otra forma con nuestra madre tierra.

Con el tiempo me he dado cuenta que me engañaba, que la pólvora de mi fallida traca estaba  húmeda, y lo que pensaba que era una metáfora henchida de un contenido a punto de explosionar, había devenido en "continente" vacío, fragmentario y atrapado en la fútil lógica comunicativa del capitalismo global.

O aún peor, que la metáfora del toro, representaba a todos los contenidos segmentados, de una mentalidad hiper-urbanita y alejada de la ruralidad, y de la "comunidad" rural - el paroxismo de esto llegó con el espectáculo en torno al perro "Excalibur" sobre el que me referiré más adelante-, que eran tan funcionales a los "monsantos de turno" y al capitalismo global.

La lógica de este capitalismo es la de la fragmentación, y la destrucción de los discursos, pensamientos o miradas complejas, y le es muy funcional, el que nos enfrasquemos en batallitas menores, que por otra parte siguen estrategias comunicativas muy propias del marketing comunicacional instaurado- mensajes emotivos y efectistas que dejan pocos sedimentos de un pensamiento complejo y arraigado y son, solo, autorreferenciales- machaconamente en nuestra sociedad.

Como nos advierte la ecología política y la economía, los recursos son limitados, y también lo es el espacio en comunicación, así que mientras gastamos un montón de recursos humanos -¿ cuantas protectoras de animales hay en relación a las que luchan contra la alimentación industrial, por ejemplo?-, de tiempo y de espacio comunicacional en cuestiones como la de excalibur o el toro, se la restamos a la comunicación de temas mucho más urgentes y "abarcativos" como el de la alimentación- ¡¡¡ también, como verán, abarca el del maltrato animal !!!-, el de la despoblación rural, la autosuficiencia, etc.

Cada vez que montamos una de estas ruidosas campañas, los "monsantos de turno" - Nestlé, Bayer, Syngenta, Cargill, Wall Mart, Campofrío, etc-, aplauden con "las orejas", porque infantilizamos a la sociedad, la colocamos unas anteojeras que solo le permiten ver parcialidades, y evitamos discutir sobre LO IMPORTANTE.

Les voy a poner un ejemplo para que vean que algo complejo no es necesariamente algo complicado, si no que nos devuelve una mirada que hemos perdido, donde eramos capaces de relacionar y situar a las cosas dentro de un entramado, y no de forma aislada:

Dentro del panorama que les he descrito, es perfectamente plausible imaginar a un chico o una chica que militan en la causa contra el maltrato animal, de la siguiente guisa:

El militante sostiene con una mano, un cartel que dice: !!! ACABEMOS CON EL SUFRIMIENTO DE LOS TOROS !!!.


Y en la otra mano, puede sostener un Mc Chicken , que está degustando, sin ser consciente de la flagrante contradicción que ello supone.

Los criaderos de pollos son auténticas salas de tortura, por las que el animal pasa durante "toda su existencia", donde no conoce ni las noches, vive hacinado, hiper-medicado, sufre muchísimo estres, agrede a los otros pollos-por ello le cortan el pico-, tiene algunos órganos atrofiados- no es capaz de caminar-, etc, etc, y en relación con estos animales, el toro tiene una existencia regia.

Pero hablábamos de la complejidad, no?, pues este tipo de criaderos industriales han acabado con muchas economías locales-rurales-, son responsables de muchas enfermedades modernas, están destruyendo toda una cultura alimentaria, y para la alimentación de estos "mosntruos" se talan o "queman"cientos de miles de hectáreas¡¡¡ y mueren cientos de miles de especies de la forma más atroz ¡¡¡,  para cultivar distintas  variedades- por ej, soja transgénica- que son utilizadas para su alimentación, contribuyendo al calentamiento global, la falta de permeabilidad de los suelos, inundaciones- y por ello mucha gente muere o pierde sus casa, etc-, y se despuebla el medio rural por la lógica económica de estos cultivos, se "fumiga" y se enferma - cáncer, malformaciones, afecciones respiratorias, etc- a muchos habitantes de las zonas rurales, etc, etc, etc,.

Como pueden ver, la cuestión taurina o perruna, ocupa un 0,001% en relación con esta problemática mucho más urgente, digamos que es una gota dentro del inmenso océano de la ecología política, y que en todo caso debe situarse dentro de una mirada más "holística", y no ocupar el espacio de una problemática mucho más trascendente y que necesita de todos los foros posibles, y de toda la "pedagogía" a nuestro alcance.



Es muy probable, que algunos de estos criaderos de pollos *- también podría hablar de los feedlots, los  criaderos de cerdos, o los de "salmón",- montados en el Pacífico chileno, para satisfacer la demanda de nuestro occidental sushi, que destruyó toda una comunidad, contamina el océano, etc-, se encuentren a unos pocos cientos de metros de donde vive nuestro "cándido" militante anti-taurino que come plácidamente y sin remordimientos su " muy metafórico" y poco "alimenticio" Mc.Chicken.



( Continuará).


Gonzalo Quiroga Arzeno ( Navaluenga/Ávila).











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