El otro día crucé el puente que
hay cerca del albergue, y como llevaba la cámara y el río siempre es bonito –
aún en años de sequía – hice una foto. Pero también, al ver el bajo nivel del
agua, me preguntaba qué pasará en agosto, y si el Ayuntamiento tiene planes de
previsión para este verano.
Al día siguiente pasé por el
parque de las Eras. Era por la tarde, pero todavía pegaba fuerte el sol.
En el recinto vallado que alberga
unas especies de máquinas (¿qué son?), enfrente del bar de los jubilados, estaban
regándose las madreselvas y las otras plantas que sirven de seto – con un
chorro alegre de agua por aspersión, que a la vez mojaba un trozo de la calle y
el suelo de tierra (sin hierbas) debajo de las máquinas.
Cuando volví a pasar por el mismo
lugar cuarenta minutos más tarde, de nuevo podía disfrutar de ver el sol
brillar en la cascada de gotas, además de sentir unos segundos de agradable
frescor. Pero....¿realmente es la forma más eficaz de regar unos metros de
seto? ¿No se gastaría mucho menos agua si se regara por goteo?
Luego, al echar un vistazo al
programa del “Verano Cultural” del pueblo, vi que el 21 de agosto está
programada una “jornada medioambiental” con el título de SIGAMOS DANDO EJEMPLO.
Y yo, que sigo con mis problemas de comprensión de los mensajes, me pregunto: ¿Quiénes
son los que dan ejemplo? Y ¿de qué exactamente se da ejemplo?
Este riego que describo puede
parecer una minucia, pero aún así da un mensaje: que agua hay en abundancia,
que no hace falta ahorrar – o si acaso, que ahorren los otros.
(Lena)
Sí, ponen las cosas, y luego no hay nadie que las controlan.
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