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lunes, 24 de octubre de 2016

Borrell o la CONSTRUCCIÓN de un Sanders español


No soy muy proclive a colocar etiquetas, y de hecho suelo ser muy crítico con el abuso que se hace de este recurso, sobre todo cuando se busca homologar a un actor, político u deportista español, con un referente extranjero, y más específicamente, del mundo anglosajón.

Pero esta vez, ya ven, he caído en la tentación porque considero que viene bien utilizar la referencia de un personaje como Sanders, como "modelo ideal" o paradigma al que aproximar en algunos aspectos al "personaje Borrell" pero, !ojo¡, siempre teniendo en cuenta que la imagen de un candidato tiene mucho de CONSTRUCCIÓN y MOMENTO.

Creo que Borrell ofrece un "material" suficientemente maleable, como para potenciar determinados rasgos, y para agregarle determinadas "adherencias" sin que la salsa pierda cierta "apariencia" de armonía entre sus diferentes componentes.

Otra vez, no olvidemos que estamos hablando de la CONSTRUCCIÓN de un candidato, y no del personaje REAL.

Una de las características que intentará explotar es la de cierta imagen de "outsider" al aparato del partido; para esto se apoyará en el episodio donde fue presionado por el aparato para que renuncie a la candidatura presidencial en favor de Almunia, al que había vencido en unas primarias, y en su enfrentamiento a la actual gestora del partido.

Algo muy importante para el momento que vivimos:

Borrell tiene la imagen del "anti- González", y modulará una imagen de "anti-aparato, anti-casta".

La realidad es que salvo estos momentos puntuales, Borrell siempre fue aparato del PSOE, y "mucho aparato", pero eso ahora no importa, porque la memoria de la gente es corta, y retiene pocas imagenes, y esto viene bien para etiquetar, y lo que COMUNICA de Borrell, es que fue injustamente tratado por el aparato, y que se enfrentó a este.

Curiosamente, ese "ser real", o ese haber sido aparato, le sirve para conservar a cierto electorado del PSOE más orientado al centro.

Otro aspecto que lo diferencia con Sanders, es un vínculo con Abengoa, pero más allá de algunos atenuantes que se puedan aducir desde su grupo, no creo que esto tenga un mayor impacto para su potencial electorado.

Ayer, con Ana Pastor, se preocupó por destacar su pertenencia al PSC a pesar de su relevancia en la articulación  del PSOE  de Madrid desde los años setenta.

Otra vez una cierta ambivalencia que le viene bien, tanto para mostrarse más cercano al "problema territorial" y de una forma más lábil esto también le hace empatizar con cierto progresismo.

Pero ahí está su trabajo en el PSM, y otra vez, esto lo mantiene cerca al centro del partido.

Esta ambivalencia, otra vez suma, para este momento, digamos que ser PURO, no suma.

Entonces, no importa que Sanders sea un "outsider" más genuino-aunque en el 2015 se afilió al Partido Demócrata, con la rigidez ideológica y estructural que esto supone-, porque en una sociedad muy "comunicada" pero poco informada, Borrell puede jugar esta baza.

Por otra parte, probablemente tendría enfrente a Susana Díaz, "Miss Aparato, Miss Golpe Chusquero, Miss Cálculo y Amarre ", y en lo que respecta a galones en el PSOE, no tiene nada que envidiarle.

Otra cosa es contar o no contar  con el aparato y los "tibios" varones, pero en este MOMENTO esta circunstancia tiene menos valor que cuando Susana "pasó palabra" y colocó a Sánchez para ganarle al mucho más solvente y "arraigado" Madina.

Al igual que Sanders, Borrell puede lucir cierta imagen de "viejo sabio" que cae bien a los jóvenes, y, no menos importante, a los medios.

Y una cuestión más lábil, pero de una importancia central para el momento.

Se intentará vender que visto el fracaso de los partidos "del cambio" para conseguir una alternancia-para esta cuestión, no importa que el PSOE haya maniatado a Sánchez, por otra parte, mucho electorado del PSOE le sigue echando la culpa a Iglesias-, encabezados por los jóvenes Iglesias y Rivera, en el caso de Borrell, contamos con un candidato "fresco" en su ideología, pero con la experiencia suficiente para llevarnos a buen puerto.

Y otra vez, su ambivalencia le favorece, porque no "asusta" a los de cuarenta y cinco para arriba, en definitiva, intentarían vender que Borrell es un cambio con "seny".

Otra ventaja de este carácter algo poliédrico, es, como ya he mencionado, su procedencia, porque el PSOE tiene una fuga importante de votos en el Norte, y Borrell puede ser visto como más comprensivo hacia ciertos reclamos territoriales, por ello recordé su comentario de ayer: "Yo sigo siendo del PSC.

Por último, su apelación a "las bases" y a la democracia interna lo conecta con la corriente del cambio.

Para finalizar, al igual que Sanders, gasta un carácter amable y una ironía fina, que golpea duro, pero no "da miedo".

En definitiva, es un candidato con unas adherencias que se pueden hiperbolizar, y un material muy maleable, al que se le pueden agregar los ingredientes necesarios para el momento.

Gonzalo Quiroga Arzeno.



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