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domingo, 24 de enero de 2016

La Piedra/ Certamen Fotográfico: "La mejor fotografía."





El sábado dieciséis, por la noche, en un ambiente de "complicidad afectuosa y festiva", asistimos al colofón del  concurso fotográfico - y exposición fotográfica- que se celebró en el bar "La Piedra".

 Chus y Pepe quisieron  festejar el cincuenta aniversario de la apertura del bar, y con ello rendir un homenaje a sus padres, Doña Catalina y Don Pepe, a la gente que ha pasado por su casa, y a las vivencias compartidas con su familia y amigos.

Solo había que observar la mirada afectuosa y atenta que dirigían a Doña Catalina, y el orgullo y la emoción que transmitía esa mirada, para conocer el motivo fundamental y "fundante" de este concurso fotográfico.

























En lo que respecta a la entrega de los premios, solo decir que uno de los miembros del jurado fue describiendo con detenimiento los motivos por los que fueron otorgados.

También es importante señalar que este certamen fotográfico quizás sea el comienzo de una serie, aunque todavía tendremos que esperar para confirmar esta posibilidad.







De las fotos premiadas solo les colgaré la ganadora, porque las imágenes que he captado de las otras dos, son bastante defectuosas, debido al reflejo de la luz en las fotos; de todas maneras, apenas me envíen una imágenes mejor definidas, las publicaré en este blog.

Los tres primeros premios, que estaban dotados de una suma de dinero, también lo estaban de unos trofeos que obviamente están relacionados con el nombre del bar y el tema del certamen, pero también lo están con la pasión que sienten los impulsores de este certamen, por un entorno natural que conocen muy bien y por el que pasean a diario. 













La mejor fotografía de esta noche es la que no pudimos sacar, porque es una fotografía imposible.

La fotografía "fundante", la llevan en la memoria sus protagonistas, y está plagada de cientos de vivencias que solo ellos conocen, y que cada uno recuerda a su manera y según lo hayan dispuesto los tornasolados recodos  de su memoria. 




Nosotros solo conocemos alguna, y apenas de "mentas".




Entonces, seamos indiscretos, miremos por el rabillo de la puerta, son las tres de la mañana en una noche fría y limpia, las estrellas están más cerca que nunca,y el pueblo duerme, pero, insisto, miremos por el rabillo, porque en medio de esa quietud,y luego de acomodarle la manta a uno de los niños, unas manos hacendosas y prestas, están limpiando el pescado, que mañana, ellas mismas cocinarán para los clientes de un lugar, llamado bar "La Piedra".


Gonzalo.

* Soy consciente que el carácter castellano es más sobrio y parco en determinadas manifestaciones de sentimientos, pero que se le va ha hacer, en este caso, les ha tocado un cronista rioplatense, y ya se sabe.

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