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sábado, 12 de diciembre de 2015

Que no te compren el voto, que no te roben el alma.

No dejes que te compren el voto, hermano, no dejes que te roben el alma, y perdona por la confianza tomada-"hermano"- pero esta vez no solo le hablo al vecino, sino a lo más profundo de tu humana "dignidad".

Que no te cuenten como al ganado ya vendido para la faena, tu dignidad no se mide por kilos de peso.

Tu dignidad, y tu honor no los regales a las aves de rapiña, no les arrimes a su buscado "botín".

Honor, que bella y antigua palabra, no la dejes arrumbada en los libros de historia o en alguna vieja edición de "El Quijote", déjala reverdecer en tí.

Ya sabes, los buitres rondarán tu casa, y la de nuestros "viejos", ya sabes, volverán con las gastadas promesas de antaño, pregúntate que buscan, si tú bien, o más lucro para su secta.

Mira tú pueblo, cuenta los años pasados, y pregúntate sobre lo que han dejado.

No tengas miedo, hermano, el padre "Crispín" ya no puede fotografiarte el alma, ¿te acuerdas?; miraba con atención el sobre cuando ibas a votar, el conocía la trampa, la diferencia entre la cara y el envés  estaba en el ancho de la solapa.

Recuerda el miedo que se le tenía,!fíjate¡, nos reímos de las tribus de la Amazonia que huyen de las fotos porque piensan que les roban el alma, pues no era muy diferente lo que antes pasaba, pensábamos que el padre nos radiografiaba el alma, y le dábamos el voto a cambio de tranquilidad.

Ahora tenemos al veterinario ese, que oculta su insignificancia con su cara de malas pulgas y su ojo fisgón, pregúntate sobre sus intenciones, esta vez no los dejes, ni a él ni a la concejala que se mete en nuestras casas con su obstinada malevolencia.

Con que solo tú defiendas tu independencia, me doy por satisfecho, porque la dignidad no puede ser numerada en la libreta del contable.

Haz como aquel hombre humilde, que cuando se le acercó un cacique con el voto ya marcado y la promesa de un trabajo asignado, le contestó:

¡¡¡Sobre mi hambre mando yo!!!.


!Que no te roben el voto hermano, y que el padre "Crispín" no te robe el alma¡.

(Carta de un Vecino, que algunas veces, intenta rescatar su "ser" humano).

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