Hasta que no nos liberemos del último cacique, y hasta que el miedo nos deje ser "ciudadanos" libres, seguiremos recordando al campeón de los caciques abulenses.
Mientras no exista una justicia real, por lo menos tengamos una cierta "justicia poética y musical".
Creo que esta es la mejor forma de protestar, sin un exceso de acritud, y con toda la ironía posible.
Y por otra parte, no debería extrañarnos que la crítica y la reivindicación, también se pueda hacer a través de un villancico.
Si al final, los villancicos pueden tener una gran carga reivindicativa y crítica, o no?.....la misma que tenía Jesús, antes de su "dulcificación" por parte de la "institución" eclesial.
Por otra parte, el millonario Don Agustín tiene algo de "mercader del templo", o no?:
Enlace:https://www.youtube.com/watch?v=keS-dpz_O-g
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