En un momento Isidoro propuso sumar a Navaluenga dentro del colectivo de sitios de acogida o refugio, para las personas que huyen de la guerra.Armando aceptó esta propuesta y votó a favor junto con su grupo.
Es verdad que Isidoro le solicitó tener una reunión para "concretar" este y otros temas pendientes, y que Armando no ha cumplido con su promesa de llamarlo durante la semana pasada, pero hoy no me detendré a cuestionar esta perenne mala costumbre.
El solo hecho de haber aceptado esta propuesta, con conciencia plena u no tan plena de su profundo significado político -me da igual-, que va en dirección contraria a la línea de actuación de un amplio sector de su partido, me parece un gesto significativo y merece nuestro reconocimiento.
También va en contra de una "xenofobia blanda", o de un "marketing" político blando que suele "vender", entre otros, Ciudadanos, y algún concejal y concejala del pueblo.
Por ello también celebro este gesto, porque considero que esa xenofobia "marketinera" es un sedante muy peligroso para la consciencia de la población.
En este sentido, la anécdota sobre la experiencia migratoria de algunos de sus familiares, es un recordatorio "muy útil y didáctico" para combatir esa "xenofobia blanda"- pero muy dura "realmente"para quiénes la sufren-, ese sedante que algunos nos inoculan para que olvidemos que esos "extraños" que vienen a ocupar un espacio en nuestros hospitales, trabajos y pueblos, fuimos "NOSOTROS" durante muchos períodos de nuestra historia, y que lo siguen siendo muchos jóvenes que emigran para buscarse la vida.
Ya ven" al César lo que es del César", porque en este blog, opinamos sobre cuestiones "políticas", y las otras las dejamos para nuestro fuero interno.
Me alegra escribir sobre este momento luminoso del pleno, que nos conecta con lo mejor de nuestro humanismo cristiano.
Quedan una pocas crónicas, que lamentablemente serán más oscuras, y que espero, entre todos logremos superar en un futuro cercano, porque "lo que viene" será una política más abierta y más transparente.
"Fíjate, Armando, tú puedes pasar a la historia de nuestro pueblo, como el último cacique, porque has decidido acabar con esas prácticas, lo que te enaltecería y te dejaría en un lugar destacado, o ser el último de una zaga de caciques, porque de aquí a unos años -tres, cinco o diez, que en términos históricos no es nada- las instituciones y la cultura democrática "que viene", te obligarían a abandonar esas prácticas, lo que te dejaría en un mal lugar. Si hace tiempo, el caciquismo era visto como algo natural en algunos pueblos, y yo diría, casi como algo "consustancial" a ser alcalde, desde hace unos años, es un anacronismo que languidece y que desaparecerá pronto"
Si yo fuese asesor del alcalde, le aconsejaría tomar el rumbo que tímidamente van explorando políticos de "todos los colores", como, por ejemplo, el presidente de la Diputación*, porque es el único que posibilita una cierta proyección política y que dignifica nuestro paso por la misma, pero, en fin, en definitiva, esto depende de la integridad política de cada uno y de los intereses a los que se deba, o pretenda seguir debiéndose.
Gonzalo Quiroga ( Miembro de Vecinos de Navaluenga).
* Que aire fresco el de este político, sobre todo si lo comparamos con el aire corrompido que respirábamos bajo el largo reinado del "millonario" Agustín González González; por cierto, que afortunados han sido en los negocios, algunos que en nuestra comarca y provincia, se apellidan de esta forma, o no?.
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