Entre milongas y cambalaches nuestro alcalde va pasando los años, y "como vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo todos manoseados", se permite la impostura de continuar "ejerciendo" la concejalía de medio ambiente.
Pero sucede algo peor aún:
"Ya a nadie le llama la atención".
Creo que esta vez el alcalde le echa la culpa a la empresa que debía pasar a recoger los restos de poda y la otra vez había insinuado que era culpa de los que depositaban en ese lugar la basura, y las quemas de productos prohibidos eran culpa de algún empleado municipal, y, ¿ se acuerdan?, cuando a raíz de nuestras denuncias fílmicas y fotográficas colocó el cartel de "PROHIBIDO EL PASO" etc, etc, etc,, pero el Vertedero Icineradora Clandestino, sigue ahí, detrás del Campo de Golf y en plena Dehesa de Navaluenga.
Quizás mañana diga que unos seres no identificados aterrizaron sus platillos voladores en ese lugar de la dehesa, y depositaron esos residuos cuya quema está prohibida, y no pasará nada, porque en el "mundo cambalache" se puede mentir y que la gente sepa que mientes, sin que suceda nada grave para tus intereses.
Aquí les dejo un documento fotográfico y fílmico de una de esas primeras denuncias:http://plazanavaluenga.blogspot.com.es/2014/05/vertedero-clandestino-en-la-dehesa.html
En fin, lo único que les recomiendo es que se pasen por ahí y lo vean por ustedes mismos, podría contarles más cosas, como que la foto fue sacada aproximadamente a las 9:30 am de ayer, podría colocar más fotos y una pequeña filmación, pero, ¿para qué?, si al final, como escribió el maestro Discépolo, "todo es igual, nada es mejor....y a nadie le importa si naciste honrado."
Por otra parte, si a alguien le interesa mi opinión, lo mejor es que se lea la letra, o que alguien se la cante.
¡Cántanos un tango Armando!
Que el mundo fue y será
una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis
y en el dos mil, también.
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
barones y dublés.
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en el mismo lodo
todos manoseados.
Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador...
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
Lo mismo un burro
que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón,
los ignorantes nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.
¡Qué falta de respeto,
qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón...
Mezclao con Stravisky
va Don Bosco y La Mignon,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera
irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
junto a un calefón.
Siglo veinte, cambalache
problemático y febril...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil.
¡Dale, nomás...!
¡Dale, que va...!
¡Que allá en el Horno
nos vamo’a encontrar...!
No pienses más; sentate a un lao,
que ha nadie importa si naciste honrao...
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley...
(Letra y música del gran Enrique Santos Discépolo, que hoy fue interpretada por Armando García Cuenca, "El Gorrión Sentimental del Alberche", y la crónica la realicé yo, Gonzalo Quiroga Arzeno, humilde cronista de las cosas de por aquí, y, visto lo visto en el pleno-quizás mañana, si no me vence "el largo bostezo" haga una crónica-, orgulloso miembro de VECINOS).
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