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sábado, 26 de septiembre de 2015

La raya




La raya (o la estrategia de la intolerancia) ha delimitado la política del pueblo desde siempre. y es el factor más importante para entender su estancamiento ( ...y el de otros pueblos).

El cacique, lo primero que hace es marcar la raya, o volver a dibujarla, cuando la ha heredado de otro, porque siempre habrá que incluir a nuevos miembros de la "famiglia", y excluir a alguno o dejarlo haciendo equilibrio sobre "la misma raya".

La raya es "cultural", porque la asumimos desde muy temprano, y rige muchos de nuestros actos, incluso cuando no somos conscientes de ello.

Cuando saludamos con una "especial" deferencia al alcalde x, estamos diciendo en cual lado de la raya queremos estar, también "nos decimos" cuando protestamos en la intimidad por una injusticia, pero nos inhibimos de denunciarla, porque no queremos significarnos; esto último fue muy evidente en la cuestión del "desmadre" del último verano, y a pesar de ello, me sorprendieron algunas personas que se atrevieron a cruzarla.

La raya, ¡siempre la raya!, como cuando consideramos que un alcalde o ex-alcalde se ha enriquecido con nuestro dinero y el de nuestros hijos, pero, ¡zas!, ahí estará ella para indicarnos que no debemos afearle su conducta, que lo máximo que tolera es que seamos más parcos en el saludo, que si te significas te pondrán del "otro lado".

O no se han fijado lo severos que somos muchas veces con un vecino por algo mucho más nimio, o lo "contundentes" que somos con los políticos "lejanos" - Bárcenas, Chaves, Granados...-, cuando los vemos en la tele, pero cuando están cerca, las raya nos provee de todas las auto-justificaciones necesarias para no cruzarla:

" Qué tengo un sobrino trabajando en el Ayuntamiento " y a ver si...", qué cuando hice la casa me pasé tres centímetros en la fachada y "a ver si....", qué tengo un negocio "y a ver si...", qué me tiene que hacer la calle "y a ver si...", que me incomoda porque lo conozco, y soy amigo de su hermana y......."

Conocemos el problema y sabemos que tiene consecuencias para nuestros hijos y seres queridos, porque la raya está marcada para beneficiar a los de la "famiglia cercana", y para tirarle "migajas" a los que están en el "lado correcto"- te hacen la calle y a otros no, te dan un trabajo temporal y...-, pero como decía, conocemos las consecuencias desastrosas que tendrá en las cuestiones económicas, culturales, morales, etc, para el pueblo y sus habitantes.

Pero claro, esas consecuencias no son tan tangibles - o visibles- como la calle que me hicieron, o el trabajo temporal, y por otra parte tenemos que poner interés en pensarlas, y a veces, es más cómodo y "reconfortante" quedarte tranquilo en tu lado de la raya, porque mira, a mí me hicieron la calle, y a los de la calle Pablo Sexto, a pesar de que la habían pagado hace años- el 50% -, de la niña en silla de ruedas, de que asfaltaron calles donde no vive nadie, etc, por abrir la boca y defender sus derechos, los dejaron con "ese pedregal".

La foto fue sacada en la "frontera" que estableció el alcalde en esa calle, y que dejó afuera, "justo", la parte donde vive gente; les aconsejo que se den un paseo para verlo, ahí sigue la pancarta reivindicativa.

Se entiende?, en este caso, el alcalde, envió un claro mensaje, que no necesita ser explicado, y que todos entendemos.

Quizás los de la Calle Pablo Sexto valoran más su dignidad y ciertos valores de justicia, pero lo que nos enseña "la raya" a lo largo de la historia es que suelen prevalecer los criterios más mezquinos e individualistas, y esto, como ya he mencionado, funciona también con la gente que es consciente del daño que la raya-el caciquismo- le genera al futuro de "todos".

Pero, por ejemplo, hace cuanto tendríamos un "Centro de Día" para nuestros mayores, o hubiésemos terminado la ampliación del Centro de Salud, si los "golf-os" del campo de golf no hubiesen campado a sus anchas sin que "nadie" les rechiste..., o el alcalde no hubiese priorizado reformar "su" plaza, o si no se hubiese levantado ese gigantesco bar-restaurante sin terminar de la piscina. o si los vecinos hubiésemos podido contar a "todos los toritos", etc, o se piensan que si nos hubiésen dado voz, no hubiésemos priorizado lo que he mencionado al principio?.

De todas maneras algunas cosas están cambiando, y de a poco se irán notando avances, aunque tarden más en llegar aquí que a otros lugares.

Cuanto antes nos percatemos de que "la raya" es solo un espacio mental o una auto-censura que nos imponemos a nosotros mismos, y que solo es efectiva-"muy efectiva"- mientras nos la "creemos", pero que apenas decidimos "borrarla" de nuestra mente se desase como una "pompa de jabón", decía que cuando seamos conscientes de su fragilidad, también nos daremos cuenta de la debilidad de los caciquillos que se aprovechan de ella.

Una de las formas más evidentes de su debilidad, la percibimos cuando leemos o escuchamos las furibundas y torpes reacciones de quiénes la "veneran", solo hace falta prestar atención a sus improperios, para darnos cuenta de lo que estamos hablando.

Nunca discuten sobre el tema tratado, te insultan o no te responden, lo que en definitiva es lo mismo, y no es que no que no quieran responder, es que "no pueden".

Ahí es donde hace su trabajo "la raya", porque los protege de tener que responder.


En la continuación de este artículo, me referiré a las reacciones de algunos "forofos", estómagos agradecidos, o simples prejuiciosos que "reaccionan" como un resorte "irracional", profiriendo todo tipo de insultos a quiénes hemos osado cruzar al "otro lado".


(Continuará)



Gonzalo Quiroga Arzeno (Vecinos).


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