Algo se apaga, ¡Heráclito!, algo...

Se expande, se contrae, se expande, se contrae..., es siempre el mismo mar, un arrullo embriagador, que por momentos, lentamente,  me succiona, deriva, letárgica, de ri va, de súbito,  emerjo. nuevamente, y otra vez, una luz, nueva-¿nueva?-, me ciega, luego, como una aparición, prístina, ¿renovada?, irreal, la playa, algunos viandantes, el mar, y la sombrilla roja.

Todo bulle.

Me sumerjo, otra vez, en el arrullo, me sumerjo, otra vez, leve palpito de una luz abismada, aún-¿aún?-,tras mil vidrios opacos, cintila, ¿todavía?, el tiempo de Heráclito, algo se apaga, será acaso, la última luciérnaga, me agarro, con desgana, a esa última llamada.

Se expande, se contrae, se expande..., es siempre el mismo mar, un mundo embotado, donde, quedan, todavía, matices, -¿matices?-, me agarro, todavía, con desgana, a esa última llamada, leve palpito, de una luz abismada, desde allí abajo, todavía-¿todavía?- cintila, la última luciérnaga de Heráclito.

Otra vez, me sumerjo, es otra gravedad-¿otra?-, me succiona, lentamente,  no se necesitan drogas, para viajar a otras galaxias, todavía cintila-¿cintila?-, pero, no me engaño, ya no es otro el río, ¡Heráclito!, ni es el otro el mar-¿mar?-se expande , se contrae, en un mundo clónico, donde, pareciera, han extirpado los matices.

Se expande, se contrae, se expande..., en un mundo acelerado, de imágenes enloquecidas, superpuestas, lo matices-¿matices?- se disuelven, en mis manos, como azucarillos,  me sumerjo, letárgica caída, arrullo embriagador, abismada luz, se expande, se contrae, se expande, se contrae..., emerjo,  como una aparición, prístina, ¿renovada?, irreal, la playa, algunos viandantes, el mar, y la misma -¿misma?- sombrilla roja. sin embargo, pareciera, que algo, aún cintila, allí abajo....



Liborio Collazo.