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martes, 19 de mayo de 2015

Estructura clientelar del cortijo de Navaluenga.


Un alcalde debe ser una persona justa, ecuánime y fiel a tod@s sus vecinos.


Un Alcalde debe centrar su labor en el municipio que preside, las aspiraciones políticas personales suelen estar reñidas con los intereses locales.


Trepar en una estructura cerrada como el Partido Popular no es nada fácil, las puñaladas traperas y los codazos-empujones hacia arriba y hacia abajo dejan muchas victimas por el camino, y si no quieres formar parte de ese grupo de "cadáveres políticos", tienes que estar dispuesto a sacrificar el bienestar de tus vecinos y poner por delante, siempre, el de las siglas del partido.

En Navaluenga podemos encontrar muchos rastros y evidencias de este vasallaje partidista e interesado.
Consecuencia directa: los vecinos pasan a ocupar el último puesto en la escala de prioridades.

Primero el partido.
Después yo.
...y si me queda tiempo me paso por el Ayuntamiento.

Hay otras variantes, "habituales" en esta política del vasallaje, muy lesivas para los intereses de Navaluenga y sus vecinos:


En la concesión de obras y servicios:

Un pellizco para el partido.
Un regalito o un sobre para el Alcalde que adjudica (o un generoso sueldo)
Y como resultado, el Campo de Golf-os el polideportivo municipal o las obras de tal infraestructura (subir el agua del pantano por ejemplo) acaban siendo vías de fuga del capital común de los vecinos, que con sus impuestos contribuyen a llenar las cajas B, C y D de los partidos y de sus vasallos.

El la adjudicación de los puestos de trabajo:

Requisito primero tienes que ser de los "nuestros" o estar dispuesto a serlo.
Requisito segundo tienes que estar dispuesto a que me pase tus derechos laborales por el forro y ni se te ocurra protestar.
Requisito tercero, en llegadas las elecciones, tú y toda tu familia nos votaréis obedientemente o llegaran los rojos y os echarán.
Lo que MENOS nos importa es si lo necesitas o no.

Las premisas de justicia y equidad quedan rotas en mil pedazos y el perjudicado siempre es el vecino.

Bajo estas condiciones, el alcalde compensa y compra votantes con el dinero de todos, es lo que denominamos "política clientelar".

La configuración de una lista electoral puede decirnos mucho de esa estructura clientelar e interesada, que acapara recursos del ayuntamiento para mantenerse viva y operativa.

Es significativo que varios candidatos del partido Popular de Navaluenga se encuentren entre los habituales proveedores de servicios al Ayuntamiento, facturando cantidades que oscilan entre los 12.000 y los 40.000 € anuales, año tras año desde tiempos inmemoriales.
Esta garantía de continuidad y sostenimiento de sus negocios garantiza cuadros incondicionales, dispuestos a defender con uñas y dientes lo que ya consideran su cortijo.



Otras actitudes, como las del concejal que ha empadronado a siete familiares que no viven en nuestro municipio, para que contribuyan a mantenerle en su puesto, (desdibujando la imagen del que consideraba como más racional entre los concejales del Partido Popular) nos demuestran hasta qué punto estos supuestos representantes públicos son capaces de actuar al margen de la ley para inclinar la balanza a su favor.
No se debería confiar a personas que actúan de esta manera tramposa y carente de "fair play" la dirección de instituciones deportivas municipales y menos cuando estas están destinadas a los chavales del pueblo.
¿Qué valores pueden transmitir estos personajes en el ámbito deportivo?
¿ EL "TODO VALE" con tal de ganar...? .- "Puedes comprar al arbitro, Fernandito, que no pasa nada."

Mal vamos Risco, mal vamos.

Isidoro Román, VECINO de Navaluenga.

Continuara.

En el próximo capitulo les mostrare unas curiosas fotos de los habitáculos en ruinas, y las casas abandonadas donde se ha empadronado a supuestos vecinos para que voten en estas elecciones.


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