Encontramos el árbol de la última navidad.

El otro día, en "Nostalgias navideñas de un alcalde", bromeaba sobre la posibilidad de regalarle al alcalde, el árbol que engalanó nuestra plaza, y me lamentaba de que lo haya talado.

Pues hemos encontrado el árbol de Armando en los aledaños del Vertedero Ilegal, con su espumillón, y hasta con alguno de los falsos regalos que lo adornaban.

Esperemos que el tronco sea aprovechado por alguna familia que lo necesite.

Esta pequeña anécdota habla de la poca importancia que se le da al medio ambiente, y a la divulgación de sus valores.

A ninguna persona sensible con el medio, y mucho menos a todo un concejal de medio ambiente "de verdad" , se le ocurriría hacer esto, pero Armando es concejal de ambiente, solo porque "tocaba" y su jefe así lo determinó.

Sí este árbol no se hubiese talado previamente a ser instalarlo en la plaza-esto no lo sabemos, algún año lo han trasplantado con raíz- podría haber sido replantado en el jardín de un vecino, o en el monte cercano, y esto se podría haber contado a los niños en el colegio, que es una acción muy naturalizada en otros municipios,  y...., pero aquí se trata de hacer lo mínimo indispensable y de hacerlo mal.

( Como Maruja ha dejado un muy oportuno comentario quiero argumentar algo: Las posibilidades de trasplante son escasas pero existen,  y lo que se debería hacer, como mínimo, ya que se arranca innecesariamente un árbol de su medio, decía, se pueden plantar algunos árboles para "intentar" reparar en algo el daño causado, y hacer participar a los niños, y no dejar el espumillón en el ramaje que luego quemarán "indefectiblemente"-me remito a las pruebas existentes- etc.).

Aquí los dejo con el árbol de nuestras últimas navidades, ¿o en realidad, es todavía el de las anteriores?: