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miércoles, 5 de noviembre de 2014

Rulli ya está en casa.


Lo de ayer salió bien, y tuve la percepción de que la gente se sumergió gozosamente en el hechizo oral de Jorge, que habló sin parar durante casi dos horas.

Rulli ya está en casa, y no porque haya arribado a su hogar, donde lo espera su compañera Wanda, sus hijos, sus cuatro perros, la muy "terapéutica huerta", y una ingente actividad que gira en torno a sus distintas intervenciones en programas de radio, la escritura de artículos, y charlas; decía que no es que Rulli haya llegado a su casa de Buenos Aires, si no que luego de su charla en nuestra "casa común", siento que ya es un poco parte de nosotros, y por lo tanto, Navaluenga es también su casa.

En fin, me alegra que un proyecto como Vecinos, en el que hemos depositado tantas esperanzas, haya comenzado su andadura pública de esta forma, y en cuanto a mí sentimiento personal, como se podrán imaginar, es un sueño cumplido; pronto colgaremos la grabación del encuentro.

Para finalizar, solo decir que la gran contribución de Jorge es la de ayudarnos a relacionar las cuestiones ecológicas y políticas dentro de un contexto tan complejo como el actual, y la de advertirnos sobre los simulacros y las simplificaciones manipuladoras; da igual que estos o aquellas provengan de sectores de derecha, de izquierda o de las corporaciones multinacionales con sus departamentos "verdes o sostenibles", o sus sucedáneos en los gobiernos, los ministerios de Medio Ambiente.

El discurso de Rulli nos impele a re-pensar de nuevo, a cuestionar certezas estatuidas, y a re-ligarnos a la tierra.


Anoche, por un instante, volvimos a deleitarnos con el fulgor, de las olvidadas luciérnagas. 

1 comentario:

  1. Muchas gracias por llevar la luz y la cordura a las cavernas.

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