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lunes, 7 de octubre de 2013

Pollitos de criadero: Incisivo escrito del "Flaco" Claret ( Alguna palabreja en "idioma" argentino, pero se entiende) ¡ Que no lo conoce!...,¿ Donde vive usted, en Marte ?..., es el Flaco, el Flaco de Gualeguaychú



¡APARECIÓ EL FLACO CLARET!
los pollitos dicen:
pìo, pìo, pìo,
cuando tienen hambre,
cuando tienen frìo.
la gallina busca,
el maìz y el trigo:
les da su alimento
y les presta abrigo…
tengo que darles una mala noticia: aunque las mamàs y las
jardineras aùn les enseñan esa canciòn a los gurises, los pollitos
postmodernos -estoy criando algunos- no dicen ni pìo.
es que en realidad, aunque en las carnicerìas, supermercados y
rotiserìas les sigan diciendo pollos, en realidad son unos engendros
mutantes fabricados especialmente para la alimentaciòn de los no
menos mutados homo tecnològicus.
no sòlo no estàn programados para sufrir hambre o frìo, ya que
viviràn calefaccionados y sobrealimentados en sus cuarenta y cinco
dìas de vida, su sorbito de vida ya bebida, dijera don alfredo.
ni siquiera conoceràn la noche, ya que la rentabilidad exige
que “conviertan” en kilos las veinticuatro horas, desconociendo por
tanto el canto del gallo y su relaciòn con rojos amaneceres.
tampoco tendràn complejos de edipo, ya que ninguna letra de tango
rimarìa con incubadoras. de cualquier manera, si existiera la
gallina tampoco encontrarìa maìz o trigo, ya que su ùnico alimento
es “iniciador”, hasta los 28 dìas, “recrìa” hasta la penùltima
semana y “terminador” en su ùltima semana. creo que justamente
èste “terminèitor” debe ser el menos peligroso, ya que los
anteriores estan prohibidos cerca de la faena.
mejor no les describo lo que contienen estos “alimentos” puesto que
sòlo un alquimista podrìa desentrañar su fòrmula que casi no
contiene elementos naturales y sì muchos anti-bio-ticos.
a los efectos de facilitar el trabajo del frigorìfico, casi no
tienen plumas y como en sus programadas vidas no tendràn espacio,
sus patas casi no los sostienen màs que para caminar forzadamente
del comedero al bebedero.
al principio de esta aberrante hibridaciòn, hace unos cuarenta años,
se los sexaba al nacer, sacrificàndose las hembras o destinàndolas a
otros usos, ya que su “conversiòn” no las hacìa rentables. pues la
tecnologìa ha logrado ahora hacer desparecer casi todo rasgo
distintivo, logrando unos obesos unisex en el sutil estilo de los
americanos.
como para que a nadie se le ocurra independizarse de las
transnacionales del pollo, estos bichos son estèriles, no naciendo
de sus huevos -si eventualmente alguno pasara la preadolescencia en
que son faenados- màs que basiliscos.
si, como dice morin, uno no es sino lo que ha comido de chico, en
estos bìpedos implumes que estoy criando puedo encontrar la causa
tròfica del rating de bailando por un sueño, los celulares, el
burundanga y el regatòn.
como, a pesar de estar en la era del plàstico, no como vidrio y no
tengo un puto mango para arriesgar, los estoy criando como dios
mercado manda. sòlo transgredo en que los hago pastorear, no les
enchufo las vacunas y los esteroides y todas las demàs mierdas
hormonales que luego transmitirìan a los humanos y que estàn
obligados a consumir cuando los crìan en galpones de treinta mil. y
los voy a desintoxicar los ùltimos dìas con mài quebrado, de cuya
dudosa genètica mejor ni hablar.
o sea: ninguna revoluciòn. sòlo un pasito atràs en èste, mi retorno
a la semilla. ya vendrà la recuperaciòn del huevo y la gallina.
pero, fueraejoda, ver el dìa a dìa de estos productos industriales
llamados pollos -aùn en las bucòlicas condiciones en que los tengo-
me incita a desalentar su consumo a las personas de buena voluntad
que pretendan la reproducciòn de la condiciòn humana, por berreta
que èsta fuera antes de los anabòlicos.
ya sè, me diràn: pero menos se puede comer pescado o vaca o verduras
o frutas, porque todo està envenenado… y me preguntaràn ¿y
entonces què comemos?.
y yo les responderè: ài tà el gûevo y no lo pisen…

"Flaco" Claret.

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