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sábado, 7 de septiembre de 2013

Con la pintura de Miguel Ángel Gamero regresamos a "casa"


Algunos de sus cuadros me sugieren una presencia tan inminente, y un mundo tan entrañable, que dan ganas de golpear las manos y esperar a que un paisano salga de alguna de las chozas-perdón por no conocer el nombre exacto-, y nos convide con un poco de vino y de chorizo.

La presencia de la naturaleza junto con la vida rural que hemos abandonado, me sumergen en una cierta melancolía, pero al instante vuelvo a mirar el cuadro, y es tal su virtualidad, su atracción y su magia, que otra vez vuelvo a soñar con que tras un par de aplausos, ese mundo detenido en el tiempo, vuelva a ser "palpitante vida"; ¿será?, que con el  simple chasquido de unos dedos, se raja el fino velo que separa la realidad, de ese anhelado mundo que aún perdura en los rincones que nos regala miguel ángel.

Al ver estas pinturas, es natural que pensemos en el regreso a nuestra casa, nuestra común casa, esa en la que estuvimos viviendo durante milenios; y a pesar del último racimo de tiempo en que le estuvimos dando la espalda, continuamos sintiendo una atracción casi orgánica ante su evocación.

Imagino al pintor frente a una de estas construcciones, antes de tomar el pincel, y envidio su diálogo con esa "presencia"  hecha de materia y tiempo; un tiempo de una sustancia diferente al nuestro, un tiempo extático, mágico y lleno de verdad; y a la vez el tiempo que fragua y derruye, siempre enmarcado en el austero ambiente castellano; ¿ podrá el artista trasladarnos ese encantamiento?, afortunadamente miguel ángel logra dar ese difícil paso, y, "ahí estoy", y "ahí estamos" frente al quieto paisaje, o la choza, "antes" de ser pintados.

Lamentablemente me enviaron las imágenes de la muestra cuando ella ya había comenzado, pero espero que el próximo año pueda anunciarla con cierta antelación; aunque por otra parte pienso que es mejor así, porque me ha dado la excusa para escribir sobre lo que siento al ver sus cuadros, y porque el igual que el campesino de la chozas, la próxima muestra nos estará esperando sin prisas ni alardes, como la sobria mirada de ese paisano que nos ofrece un poco de vino y un trozo de chorizo.


2 comentarios:

  1. Desde que cogí unos pinceles y pinté mi primer paisaje de Gredos, he querido reflejar y homenajear ese entorno tan arraigado al pasado, tan autentico, tan natural...
    Gracias por completar esta pequeña labor, por expresar con palabras esa añoranza que nos une y ensalza valores. estas respuestas son las que ayudan a continuar.
    Un abrazo Gonzalo.
    Miguel Ángel

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  2. Nada, gracias a vos.

    Saludos,


    Gonzalo.

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