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domingo, 17 de marzo de 2013

Esa perversa frase

Todavía hoy sigo escuchando a un montón de gente que utiliza en las conversaciones sobre la actualidad la tan manida y perversa frase: “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, y me pregunto hasta cuándo tendré que oírla de personas normales y corrientes, ciudadanos de a pie, que como yo, sufren de una manera bastante dura, por no decir salvaje, los efectos devastadores de esto que nos está pasando que muchos, todavía hoy, llaman crisis y que otros llaman simplemente capitalismo. ¿Qué más tiene que pasar para que nos demos cuenta de que esa frase es falsa de principio a fin?, ¿cuántos recortes nos esperan todavía? ¿hasta cuándo vamos a estar justificando las malas artes de la banca y de los políticos que han amparado estas prácticas fraudulentas y mafiosas (preferentes, hipotecas basura, bonos millonarios por llevar entidades a la quiebra, prejubilaciones astronómicas, prestamos millonarios a amigos…)?, ¿cuántos trabajadores más tienen que pasar a formar parte de la vergonzante cifra de parados en nuestro país?, mientras vemos como los empresarios evaden dinero a paraísos fiscales, pagan a sus empleados en dinero negro, aplican ERE irregulares, amparándose en una ley hecha a su medida por un gobierno cómplice, que día si y día también nos ofrece un espectáculo vergonzoso desmantelando la sanidad y la educación pública, recortando derechos a los trabajadores y pensionistas, mientras cobija en su seno a corruptos y delincuentes, mintiendo a los ciudadanos de forma descarada y tomándonos por tontos, devaluando de esta manera no sólo sueldos y derechos políticos y sociales, sino también la democracia y desprestigiando la tan necesaria política. ¿Cuándo el principal partido de la oposición se dará cuenta de que cada vez nos es más necesario y que cada vez se encuentra más enredado en sus problemas internos y más separado de la sociedad, en estos momentos en que estamos tan necesitados de una alternativa clara y fuerte desde la izquierda?. ¿Cuándo el conjunto de la izquierda de este país dejará históricas diferencias y se pondrá a trabajar de forma conjunta para devolvernos y ampliar todos los derechos políticos, económicos y sociales, que la derecha, en algo más de un año, nos ha despojado?. ¿Cuándo nos daremos cuenta que somos la base de la democracia, que nuestra participación es fundamental, que tenemos el derecho y la obligación de expresar nuestro descontento, asistiendo a manifestaciones, expresar nuestra opinión en las distintas redes sociales o en blogs libres como este y el poder de, con nuestro voto, poner y quitar gobiernos?. ¿Cuándo dejaremos de justificar las malas artes de banqueros y políticas, y de escuchar esa perversa frase?
I.S.M

3 comentarios:

  1. Eso me pregunto yo desde de que las izquierdas progresistas llegaron al poder en España. Cuando?

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  2. La gente sigue balbuceando su desconcierto, y falta una muy genuina y purificadora rebeldía,

    saludos,

    Gonzalo.

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  3. Buen artículo que refleja una triste realidad de carencias de la clase política, especialmente un gobierno conservador que aprovecha la crisis creada por el capitalismo salvaje, para imponer una revolución-involucionista conservadora donde el predominio del capital arrasa la dignidad de los trabajadores a los que somete a su ambición. Por otra parte, se produce un adormecimiento en los ciudadanos que van mentalizándose peligrosamente sobre la inevitabilidad de esta situación aceptando el dicho propalado por grupos interesados de que todos los políticos son iguales y solo actúan en su propio provecho. Es peligrosa la creencia en ese apriorismo utilizado por el fascismo disfrazado de libertario, pero posiblemente empleado también por ciertos sectores de izquierdas, pretendidos utópicos donde solo son imposibles, mas situaciones como la actualmente sufrida hacen más urgente la unidad de una izquierda que en aplicación de lo posible cimente las bases de una profunda transformación que haga al "hombre"- ser humano- más libre y digno. Creo sinceramente que hay que dejar veleidades quiméricas y poner manos a la tarea con realismo, para lo que es necesaria una política de izquierdas- socialdemócrata de izquierdas diría yo- cuyo único dogma sea la felicidad del género humano dentro de un entorno justo, libre y solidario.

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