...hace una semana que no para de llover, y ahora, impulsadas por el viento, las gotitas se arremolinan violentamente, por la calle se ven pocos viandantes, se escucha el cierre de de una puerta, y un concejal camina con gesto adusto  intentando refugiarse bajo las cornisas de las casas; antes de llegar a la plaza se cruza con un vecino que le interrumpe su paso para preguntarle sobre algo, y  lo despacha rápidamente sin apenas disimular su disgusto.

 " ...otra vez el foráneo este de los cojones, que si quiere filmar los plenos, sí, sí, que espere sentado, filmar los plenos, vaya ocurrencia, con lo cómodos que estamos así, sin que se nos escuche ni se nos vea, y con la mayoría absoluta y el pueblo que duerme un largo sueño, y que tengan que ver algunos gestos, o las preguntas sobre la falta de transparencia, los sueldos del alcalde o si quemamos plásticos o yo que sé, que se vaya a su país y no se meta donde no le importa....".

...en el pueblo sigue lloviendo, ahora con una suave y continua cortina de agua, mientras parece levantarse un poco la niebla, pero da igual, con niebla o sin ella, la indiferencia, la comodidad y el miedo-!todavía el miedo!- son unos firmes aliados de los que solo piensan en su promoción personal y en trepar como sea.

Sigue lloviendo una lluvia gris que parece, felizmente para algunos, !eterna!.....


( Fragmentos de uno de los capítulos- trigésimo octavo- más desasosegantes, del siempre inacabado libro "Famiglia e omertá").

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