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viernes, 22 de marzo de 2013

Ahora, arden unos contenedores


Parece que esta semana está marcada por el fuego y los residuos, porque hace un par de días les he anunciado la quema de plásticos y restos de electrodomésticos en el pequeño basurero que está detrás del campo de golf, y ahora les cuento que han ardido cuatro o cinco contenedores.

Según me cuentan, alguien a depositado unas bolsas con cenizas dentro de los contenedores, y como las cenizas contenían brasas, se incendiaron.

Es curioso porque ha sido en dos lugares diferentes, unos contenedores estaban situados frente a la panadería de "Mili", y otros frente al río; de todas formas es una curiosa coincidencia, esperemos que haya sido un accidente, y que no haya sido intencionado.

En fin, a los contenedores no los regalan, y deberíamos ser más cuidadosos.

Voy a relacionar ambos episodios, intentando ser lo más conciliador y lo menos caústico posible.

Durante dos años he trabajado con esta problemática en la secretaría de ambiente de argentina, y si bien yo no era un técnico, mi trabajo estaba muy vinculado con la promoción de un tratamiento responsable y sistematizado de los residuos; casualmente trabajaba con pueblos, y muchos tenían una dimensión similar a la de navaluenga.

El primer problema con el que te encuentras cuando trabajas con algunos alcaldes, es que no se quieren "comprar" un problema que consideran que solo les genera "costes" y no les acarrea ningún rédito político.

Esto es así porque muchos vecinos y representantes públicos todavía consideran a la "basura" como algo ajeno a su responsabilidad y la quieren tener lo más lejos posible de su vista; pues no, los residuos no desaparecen por magia, son "nuestros" y todos debemos responsabilizarnos de su gestión.

Por lo tanto, algunos alcaldes que hacían bien las cosas, se ponían manos a la obra y comenzaban a trabajar con sus paisanos, y los empleados del ayuntamiento iban a la casa de cada vecino y de barrio a barrio; luego montaban una planta para el tratamiento de los residuos, y trabajaban mucho con las personas que se ocupaban de esas labores.

Otros, solo se interesaban por solicitar el dinero para montar unas plantas sobredimensionadas, y podemos intuír cual era el destino del dinero y de una parte de la planta; a estos intentaba paralizarles sus proyectos.

La mayoría solo encaraba el problema cuando se veían obligados por las exigencias del gobierno central, y así también tenían una excusa-"nos obligan"- para morigerar el disgusto de algunos vecinos que se sentían molestos por tener que cumplir algunas normas como separar los residuos "húmedos"-restos de comida,etc- de los "secos"-envases de plástico, etc-, y por tener que depositar las basura solo los días señalados.

Creo que nuestro alcalde tiene una buena oportunidad para encarar este problema desde la perspectiva de esos alcaldes que se pusieron manos a la obra y comenzaron trabajando de una forma pedagógica con los vecinos, pues es el camino más largo pero el que hace más "pueblo", porque nos genera una mayor consciencia y compromiso con nuestro ambiente circundante, nos hace ser "custodios" de los que nos rodea, genera unos puestos de trabajo que ahora son dignificados y se producen un montón de sinergias positivas.

Seguramente nadie habría depositado unas cenizas en un contenedor porque hubiese sido consciente de los riesgos que esa acción acarreaba-aparte de ser muy buenas para la tierra-, pero para ello debemos dar el ejemplodesde las instituciones, y un buen comienzo sería el de dejar de quemar de forma irregular electrodomésticos y bolsas de plástico; si logra revertir la actual situación, va a dejar una herencia de la que se puede sentir mucho más orgulloso que de las que se materializan en algunas reformas o construcciones que lucen más pero que muchas veces no son tan necesarias; con la décima parte de la inacabada ampliación del centro de salud se puede construir una planta de residuos.

Todavía está a tiempo de dejar una huella virtuosa en el pueblo, y sería maravilloso que revierta la imagen que han dejado algunos de sus predecesores

En fin, hoy me he levantado algo más optimista con respecto a la condición humana, será por la influencia del papa francisco.


Gonzalo Quiroga.

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