Las últimas semanas han sido aún más densas que
normalmente en cuanto a noticias de violencia, injusticias, destrucción y
egoísmos. No pienso entrar aquí en el tema de la corrupción en España, en los
muchos casos de personas que en poco
tiempo – y de formas turbias - consigue una cantidad de dinero que la gente que
conozco necesitaríamos varias (muchas) vidas para poder ganar. Sólo quiero
citar a Confucio:
...Y es Maestro dijo: Mira
bien sus objetivos,
observa cómo los persigue,
descubre lo que le da alegría
- y así sabrás el verdadero
valor de una persona
Nos estamos acostumbrando a estas
noticias; nos indignan, pero ya no nos sorprenden. Un resultado es que los
políticos y las instituciones cada vez tienen menos credibilidad.
Sin embargo, el ejemplo de
Falsedad Oficial que sí me ha chocado esta semana, está relacionado con la
llamada “Ayuda al Desarrollo”. Me he enterado leyendo un artículo en diario.es
y otro en Público.
Y como dice Belén Carreño en
eldiario: “Si todo es susceptible de empeorar en esta crisis, la gestión de
la ayuda al desarrollo española no se iba a escapar de esta posiblidad”.
Resulta que la ayuda al
desarrollo y la cooperación española en los últimos cuatro años ha visto su
presupuesto reducido en casi tres cuartas partes, y del poco dinero que queda,
80 % van a la Ayuda Oficial al Desarrollo, gestionado en su mayor parte por un
organismo llamado Fonprode (Fondo para la Promoción del Desarrollo), creado en
2011 con la finalidad de “la erradicación de la pobreza, la reduccion de las
desigualdades e iniequidades sociales entre personas y comunidades, la igualdad
de género, la defensa de los derechos humanos y la promoción del desasrrollo
humano en los países empobrecidos”.
Ahora bien, la parte que tenía la
forma de donaciones se ha ido reduciendo cada vez más, hasta que para el
ejercicio del 2013, Hacienda ha exigido que toda la dotación se canalice en
forma de créditos. ¡Y créditos que hay que devolver a un tipo de interés de
unos 10 %!
¿¿Qué “AYUDA” es eso??. A mi me
parece más bien una usura.
Así que en la medida que podamos,
pienso que es importante seguir apoyando a los ONGs independientes que
conozcamos y nos inspiren confianza (cuatro de los en que yo más confío son:
Oxfam/Intermon, Médicos sin Fronteras, La Fundación Vicente Ferrer, Amnistía
Internacional).
Y para terminar, otra cita,
tomada de uno de los artículos donde el representante de una ONG dice:
"los
ciudadanos europeos, en lugar de donar pasta, deberíamos exigir a nuestros
gobernantes políticas justas, que no fuera necesaria la cooperación".
Estas mismas fuentes señalan que, "siendo muy utópico, lo que deberíamos
hacer es presionar a los
Gobiernos para que respetasen la legislación que ya está vigente de derechos
comerciales, políticas comerciales justas, defender los Derechos Humanos, es
decir, que su labor fuera hacer cumplir la legalidad internacional".
(Lena)
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