Estamos en la semana
internacional contra la deuda, y mañana sábado se organizarán manifestaciones
en cientos de ciudades por todo el mundo.
En Ávila habrá una cacerolada en
el Mercado Grande a las 19.00 horas, bajo el lema “No debemos, no pagamos”. En
el blog acampadaavila se explica los motivos de la protesta:
“Mostramos nuestra repulsa a
las desigualdades y la opresión de un sistema económico injusto que pone el
capital por delante de las personas. Manifestamos nuestro rechazo al pago de
una deuda que no es nuestra, que ha sido contraída contra los intereses de la
mayoría de la población...”
El incremento de la deuda
pública, que subió de un 36% del PIB en 2007, a un 77% en 2011 (y creo que este
año estaba ya al 90%...) se debe en parte a una política fiscal que ha
favorecido las rentas más altas, y sobre todo a las ayudas a la banca, junto
con los intereses tan brutales que el estado español tiene que pagar por su
deuda.
Varias organizaciones consideran
esta deuda ilegítima, porque ha sido inducida por los poderes financieros para
beneficiar a una minoría privilegiada de la población, en perjuicio de la gran
mayoría. Y también porque se utiliza para vaciar la democracia de contenido,
como ha ocurrido con la firma de tratados como el Pacto del Euro y el de la
Estabilidad Finaciera, y con la reforma de la Constitución (para priorizar el
pago de la deuda por encima del gasto social) que fue aprobada muy rápida y sin
apenas debate.
En el podcast de “Coordenadas” de
Radio 3, del pasado lunes, se puede escuchar una entrevista bastante
interesante con Alfredo Sánchez Alberca, representante de la Plataforma por la
Auditoría Ciudadana de la Deuda.
(Lena)
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