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lunes, 10 de septiembre de 2012

Los rrrrruidos otra vez

Voy a la carnicería y ya está el vecino de turno con " que ayer se pasaron cuatro pueblos, salí a la ventana hecho una furia, que ya está bien con que son las fiestas, que llevamos de fiesta varios meses".

No puedo estar más de acuerdo, antes la fiesta era una explosión de júbilo que venía a cuento porque se daba una vez al año, traía la novedad de vivir unos días diferentes y nos podíamos expandir de una forma diferente a la habitual.Pero ahora la fiesta es una simple repeticón de lo vivido en los meses anteriores. Pierde su espíritu, y ya aburre un poco. Por lo menos aburre e irrita el desmadre que se produce hasta el nuevo amanecer.

Ahora bien, señora, señor, ahí está el Ayuntamiento, y ese es el lugar propicio para reclamar.
Hay en carpeta, desde hace un par de siglos, una normativa llamada Disposición Sancionadora, con dicha normativa la Guardia Civil puede actuar, sin ella no lo puede hacer.

Si como decía aquel jefe de la Casa Real, el Alcalde no está ni se lo espera, pues lo tiene muy fácil; mire, busca un vecino que sea respetado por todos, honesto y trabajador, forman un partido, por ejemplo "Vecinos de Navaluenga"; no importa que el candidato sea de derecha de izquierda o del planeta Neptuno, solo tiene que tener  ganas de currar por sus vecinos, y ser transparente.

Llevar un pueblo requiere trabajo y dedicación, y no influye tanto tener o no tener determinada ideología, o pertenecer a cual o tal partido. El alumbrado, la limpieza, o el albergue municipal para la creciente cantidad de ancianos, no conocen de ideologías. Por otra parte si repasamos la lista donde figuran los integrantes que forman la mayoría en los fantasmales plenos-no se anuncian y los han puesto en horario laboral para que no vaya nadie-, ustedes piensan que hay alguno que sea imprescindible.

Ahora  si quiere me puede crucificar, pero por favor, no vuelva a quejarse sin reclamar donde realmente importa.

Gonzalo Quiroga.

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