Torneo de ajedrez: Una buena tradición

Hace más de diez años que durante la temporada de verano se organiza en nuestro pueblo este torneo de ajedrez. El mismo transcurre dentro de un clima de relajada camadería y naturalidad. Simplemente se juntan a hacer lo que les gusta, y no tienen otra pretensión que la de pasar un buen rato.

De vez en cuando algun paseante detiene su marcha por un momento y se queda mirando alguna partida.  En general, la gente que pasa y se ve sorprendida por el evento, hace un gesto de satisfecha aprobación.

Cuando hablamos de un turismo que se integre dentro de la cadencia habitual del pueblo y proponemos alternativas al turismo que se ha impuesto en los últimos años, pensamos en estos pequeños acontecimientos.
No hay que despreciar la aportación que hacen este tipo de propuestas, en vías a conseguir  un turismo amigable con el entorno en el que se desenvuelven. Por ejemplo, generan unos valores intangibles pero  muy relevantes como son los de la fidelidad y la empatía con el lugar que se visita.

Puedo adivinar la opinión de alguno; pero no dejan pasta, en cambio las despedidas de soltero y el turismo de cogorza, deja dinero en los bares y en las casas rurales.

Creo que los que piensan así se equivocan por dos motivos fundamentales. El primero es que desde una lógica puramente económica esto es un error. Lo habitual es que los sitios que han basado su oferta turística en esta modalidad de esparcimiento, han visto como mermaban con el tiempo sus ingresos económicos. En cambio los lugares que han sabido mantener su identidad y ofrecer alternativas de ocio integradas con el medio, han podido sostener su nivel de ingresos a lo largo de los años.

La segunda y más importante, es que hay valores que tienen que ver con la identidad, la convivencia, la tradición o el buen vivir, que son más importantes que los meramente económicos*. La tradición, la convivencia y la identidad, no se defienden solo con ir de procesión detrás de una virgen, acudiendo a los toros o poniendo una bandera española en el balcón de nuestras casas. La tradición, nuestras formas de relacionarnos y convivir, o nuestra identidad, se defiende y se vive todos los días.


Joaquín Gil

Este año el responsable de gestionar el torneo es Joaquín Gil. Cuando le preguntamos a Joaquín que es lo que valora más de este evento, nos

dice que la participación de algunos niños y adolescentes es el objetivo principal del torneo. También me gustaría que haya más actividades para los niños, eso no cuesta mucho, simplemente con unos globos que les entregas como premio, en la plaza, puedes organizar muchas cosas. El turismo de Navaluenga es un turismo de familias.

No podemos estar más de acuerdo, y nos congratulamos con el hecho de que el Ayuntamiento siga apoyando la organización de este torneo. Ahora bien, este tipo de acontecimientos no son complementarios con los del otro turismo que nos está invadiendo, son dos modalidades de esparcimiento incompatibles.

Esperamos poder seguir  publicando otras noticias como esta.

A continuación les colgamos algunas fotos que hemos sacado esta mañana. Esperamos poner otras que todavía no hemos podido bajar.
Les pedimos disculpas por cierta desprolijidad en la edición, pero en estos días no contamos con el compañero que se dedica a editar los artículos.

Gonzalo Quiroga

* Hasta Lloret de Mar, la aparente meta de nuestros gestores políticos, ha decidido cambiar su turismo de borrachera.