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lunes, 27 de agosto de 2012

Manifiesto en defensa de las libertades democráticas


Cada día suele haber un predominio abrumador de las malas noticias respecto a las buenas. Guerras, brutalidades, incendios, paro...y entre los peores también están todas las noticias de las medidas del Gobierno que tienen como fin o como consecuencia agrandar las desigualdades por un lado, y limitar la democracia por el otro. Desde las elecciones en noviembre del año pasado, me parece que ha habido y una larga lista de medidas preocupantes encaminadas a acallar cualquier voz crítica y a fomentar un pensamiento único con desastrosas consecuencias tanto para el medio ambiente como para la cultura y la cohesión social.

Uno de los últimos de esos intentos al menos me ha servido para conocer la asociación de consumidores y usuarios FACUA-Consumidores en Acción, al que el Gobierno ha amenazado con excluir del Registro Estatal de este tipo de asociaciones, si persiste en sus críticas a los recortes en la sanidad y la educación pública.

Esta asociación fue fundada en 1981, y debe de ser una de las asociaciones de consumidores y usuarios más combativos, y con los fines más amplios y profundos, de los existentes en España.

En su interesante página web se puede leer los 10 principios éticos que ha establecido para “garantizar su funcionamiento democrático y su independencia frente a los intereses económicos del mercado y los intereses políticos de los gobiernos y partidos políticos”. Allí me entero (entre otras cosas) de que considera que su fin es la “acción en defensa de una sociedad más justa y equitativa”, y que “fomentará pautas de consumo responsable y sostenible, formando consumidores conocedores de sus derechos, respetuosos con el medio ambiente y críticos con las empresas que atenten contra estos preceptos”.

También se puede firmar un manifiesto exigiendo al Gobierno que respete las libertades democráticas, y que recuerda que “ilegalizar a una asociación por expresar públicamente sus ideas y por defender los intereses y derechos legítimos de los consumidores y usuarios representaría un grave atentado contra la democracia.


 
En fin, estas son para mi las buenas noticias: las que me informan de individuos u organizaciones que luchan por un mundo mejor y más justo

(Lena)

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