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viernes, 31 de agosto de 2012

El camino de la reguera

Tengo un huerto por la zona de El Barranco, y muchas veces he tenido que seguir el camino de la reguera para pedir la vez o el turno del agua. Como muchos días el agua se encuentra en sitios diferentes, he conocido el camino por tramos.

La tiene Jesús el de la Angelina, ya sabes, tienes que ir para arriba y doblar a la izquierda, ahí donde están los perros, y otro día, que la tiene Don Julián, dile que luego me paso a tomar unos vinos, y cuando termines la dejas en el estanque de Julio, y así día tras día.

Les recomiendo hacer el camino dejándose llevar por el diario y azaroso destino del agua;  así conocerán unos sitios hermosos, verán unos huertos muy bien trabajados- salvo el mío,casi todos-, y es posible que entablen una amable conversación con alguno de los hortelanos.

La reguera avanza por sitios umbrosos y algo secretos, donde la rodean unos árboles que en verano le pintan diferentes claroscuros, y también por lugares más abiertos y despejados. Siempre estaremos acompañados por el  sonoro y alegre discurrir del agua.

Lamento no haber puesto alguna foto, pero les prometo que en breve la colgaré, es que ando sin cámara y no sabía que iba a escribir sobre la bendita-por lo menos su agua lo es - reguera.

Para no perder la costumbre, voy a realizar un comentario crítico.

Este año que tenemos poca agua,  han aflorado algunas diferencias con respecto a los turnos y el tiempo de riego, y también algún que otro vivillo ha cortado el agua cuando no le correspondía.

Al actuar de forma insolidaria, perdemos tiempo-el agua tarda en llegar de un sitio al otro-, gastamos gasolina al tener que subir varias veces, porque resulta que el que estaba regando se ha retrasado una hora al haber tenido que volver a desviar el agua hacia su huerto luego de que alguien se la haya cortado, y sobre todo mostramos nuestro costado más egoísta y ruín.

Quizás la solución es la de volver a tener un aguador.

Por otra parte somos cada vez más los que nos oponemos a esa ley no escrita que indica que los de la reguera anterior a la nuestra-son tres huertas-pueden cortar y tener el agua a su disposición cuando quieran y el tiempo que se les antoje. Lo mismo pasa con nuestra reguera, no estoy de acuerdo con que tengamos más derechos que unos hortelanos que se encuentran más abajo. El agua es de todos, y así lo resolvieron el Valencia o León, solo hace falta algo de organización y espíritu comunitario.

 El otro día una señora retuvo el agua dos días para regar unos pocos árboles. Nadie puede decir nada, la ley no escrita la habilita a disponer todo el tiempo que ella quiera. No me parece ni racional, ni solidario, ni ambientalmente sostenible.

Una anécdota de color, y algo bochornosa. Me contó un señor que hay una persona que corta el agua cada vez que puede, y no lo hace para regar el huerto, sino que le gusta que esta le moje los pies mientras discurre por su reguera.

!Necesitamos organizarnos¡, espero que para el próximo año lo logremos.


Gonzalo Quiroga

2 comentarios:

  1. Te deseo suerte con esta iniciativa que promueves, pero ya que digo que la meta es díficil de alcanzar.

    un veraneante de Madrid

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  2. He acabado de la reguera hasta....y hemos dejado perder parte del cultivo, madrugones, trasnoches...en fin hasta he amenazado, cuenta conmigo para que el año que viene tengamos un aguador, al nivel que quieras. Cristina

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