Que en estos tiempos, en que confluyen la disrrupción climática , el agotamiento de los recursos naturales y la erosión catastrófica de la biodiversidad, la ecología sea sólo el último capítulo de las propuestas de la izquierda más novedosa y prometedora da la medida de la derrota estructural del movimiento ecologista. Después de medio siglo de investigación, de concienciación, de lucha y movilización ni hemos vencido y ni siquiera hemos convencido a la izquierda social de que la ecología trata de la base material y condición de posibilidad de la VIDA y por lo tanto del resto de derechos y libertades. La ecología no es un lujo, ni un añadido accesorio porque es la matriz termodinámica y material sobre la que se despliega la lucha de clases y la cultura humana toda.
La ecología venía a refundar el materialismo (histórico) sobre una base más científica y transdisciplinar... y no lo hemos conseguido.
La ecología venía a superar la estrechez de miras antropocentrista e inaugurar un biocentrismo o internacionalismo "interespecies"... y si miramos alrededor vemos más bien retorno al racismo, a los valores más reaccionarios del darwinismo social.
A mi modo de ver es necesario repensar la ecología y el ecologismo porque NO NOS PODEMOS PERMITIR EL LUJO DE NO TENER RAZÓN: estamos hablando de la supervivencia, de la vida y sus fundamentos últimos, de la materia, de la energía, del tiempo y la entropía!!.
Tenemos que hacer autocrítica, repensarnos y refundarnos para convencer y para vencer, porque no hay esperanza de revolución social y ni siquiera de amejoramiento keynesiano de las condiciones de vida de la gente si la ecología sigue siendo el último capítulo del programa político.
¿Iniciamos el debate?
Fernando Llorente Arrebola.
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