Estos " servidores públicos " no nos dan descanso, el otro día pudimos ver como arrojaban residuos tóxicos en un vertedero ilegal ...y ahora tiran a la basura libros que muchos hubiésemos cogido con satisfacción- ni siquiera realizaron una selección entre los libros más valiosos e interesantes...¿ ocupaban espacio ?-; pero, de verdad, ¡ están de broma ¡.
( RESPUESTA - 28/ 02/ 2014 - : Los libros procedían de donaciones, y los tenían en cajas, sin clasificar,- ¡ ni los habían mirado¡-, por eso no llevan sello. Por lo tanto, no tenían ni idea de lo que tiraban, y supongo que los bienintencionados donantes, "estarán muy contentos" por haber confiado sus libros, a una institución "tan diligente").
Ojalá esto fuese un simulacro como el programa " Salvados " del otro día, pero es tristemente real, y dice mucho de la gente que gobierna el ayuntamiento; para completar la esperpéntica acción, arrojaron los libros en el contenedor de papeles que está enfrente del ¡ instituto ¡, estos tipos son unos auténticos genios.
En fin, supongo que es una mezcla de torpeza e impunidad.
Me cuentan que algunas personas, cuando se enteraron, acudieron para elegir los libros que les interesaban, y cogieron los que pudieron, con dificultad; no hubiese sido mejor repartirlos, donarlos, o entregárselos a la gente que realiza el mercadillo del rastro?.
Cuando yo acudí, ya no estaban, parece que los habían trasladado a un lugar más discreto; juegan a las escondidas, cambian las cosas de lugar cuando los descubren-como los bidones de productos tóxicos, luego de nuestras fotografías-, y eso es lo triste, los intentos aviesos de disimulo, cuando se ven pillados, porque no toman conciencia del atropello, solo intentan taparlo, y continuar "caciqueando" con el vuelo bajo y rapaz.
No le de más vueltas, aunque parezca increíble, la noticia es, ¡ brutalmente así ¡, pero no hay que desanimarse, con los casi 3000 euros que gana nuestro pluriempleado alcalde- en la muy opaca diputación, está en varias comisiones, entre ellas la de " Santa Teresa ", nada menos, pobre Teresa, que albacea le ha tocado-, quizás se compre "El jardín de los senderos que se bifurcan " de Jorge Luis Borges donde podemos leer un cuento como la " Biblioteca de Babel ", o la novela " El Nombre de la Rosa " de Humberto Eco, y así pueda valorar más las bibliotecas, los libros, y la cultura en general, y quizás pueda seguir brindándonos su inestimable "servicio público", de una forma todavía más plena....
Cuando yo acudí, ya no estaban, parece que los habían trasladado a un lugar más discreto; juegan a las escondidas, cambian las cosas de lugar cuando los descubren-como los bidones de productos tóxicos, luego de nuestras fotografías-, y eso es lo triste, los intentos aviesos de disimulo, cuando se ven pillados, porque no toman conciencia del atropello, solo intentan taparlo, y continuar "caciqueando" con el vuelo bajo y rapaz.
Gonzalo.